2023: Un año desigual por sectores

A priori, el título de esta columna no sugiere nada en especial que no conozcamos ya en nuestra existencia vital: es decir, las desigualdades propias de la sociedad en la que vivimos a nivel personal, familiar y especialmente en lo que se refiere al diferente baremo que rige la actividad de las empresas.

Por ello, cuando hablamos de desigualdad en el 2023 ya extinto hay mucho que contar cuando hablamos de diferentes sectores empresariales, compañías, startups y por supuesto, profesionales autónomos o emprendedores. A este respecto, es cierto que la evolución, el éxito o fracaso depende de muchos factores entre los que se encuentra la suerte, pero no es menos importante la forma de gestionar nuestro negocio, compañía etc.. en función de la demanda, coyuntura o vaivenes del mercado.

Y esa es la clave para 2023, que tampoco difiere mucho de años anteriores. Es decir, en el año que cerramos la recuperación turística ha sido un hecho incontestable, ya que hemos superado récords anteriores a la pandemia. Es por ello que lo podemos considerar un sector de éxito. O podríamos calificar a las startups y al sector tecnológico en particular como otro de los segmentos que sigue creciendo en diversas facetas como el e commerce, la creación de softwares de gestión o la impredecible IA. Y eso que el sector se ha enfrentado a una contracción considerable en el apoyo de los inversores y la banca. Pero aún así cierra el año con buenas cifras de crecimiento y entra en 2024 con mejores perspectivas, una vez se recupere el mercado crediticio.

Y lo mismo podríamos decir de las energías verdes, cuyas compañías no solo marcan un plazo para ya, sino para cumplir con la agenda 2030 o llegar hasta 2050 con el reto de «acabar» con los combustibles fósiles, dando paso a una nueva generación de empresas orientadas hacia la energía solar y eólica donde España debe tener un gran protagonismo en las próximas décadas, debido a la fortaleza de las empresas que componen el sector y su privilegiada orientación geográfica. Pero la otra cara de la moneda, por lo que analizamos en este artículo el paradigma de aquellos que no tienen sensaciones tan positivas ante la llegada del nuevo año.

En este capítulo tenemos al pequeño y mediano comercio, cuyos integrantes se debaten entre la inversión en digitalización o casi condenar su existencia ante la falta de recursos en un mercado muy competitivo y abierto. Además, otros sectores como el cerámico o azulejero si se enfrentarán a una situación cada año más compleja ante la dificultad de encontrar un sustituto energético que sea capaz de mover sus reactores. Por tanto, con esa última noticia tan «positiva» para un sector cerámico que sufre en la actualidad cerramos este artículo, cuya base es dar voz a todo el mundo. Feliz Navidad y Año Nuevo 2024