Alemania gira a la derecha con una participación récord del 84% y la vuelta de un canciller democristiano

Existe una gran paradoja en los resultados electorales de Alemania de este domingo. Los peores resultados de los socialdemócratas y los segundos peores resultados electorales de los conservadores pueden acabar en una gran coalición de Gobierno, otra, para mantener un cordón sanitario a la ultraderecha que casi duplica el resultado.

Los democristianos volverán a la cancillería de Alemania tras las cuatro legislaturas de Merkel y un paréntesis de una coalición frustrada de socialdemócratas, liberales y verdes. Y con unos resultados pobres, los segundos peores de su historia, que quedan ‘camuflados’ por el derrumbe de una parte de la izquierda y el auge de los extremistas. Alemania ha registrado este domingo una participación del 84%, la mayor desde la reunificación del país en 1990, en unas elecciones que han supuesto un giro a la derecha y el posible regreso de un canciller conservador, Friedrich Merz. A pesar del mal resultado del Partido Socialdemócrata (SPD) y del ascenso de la extrema derecha, la opción más viable para formar gobierno parece ser una coalición entre los democristianos de la Unión Democristiana / Unión Socialcristiana bávara (CDU/CSU) y los socialdemócratas.

Según la proyección de la cadena pública ARD, la CDU/CSU ha obtenido un 28,9% de los votos, seguida de Alternativa por Alemania (AfD), el partido de extrema derecha, con un 19,9%, casi el doble que en las elecciones de 2021. En tercera posición ha quedado el SPD con un 16,2%, lo que supone su peor resultado histórico y la salida anticipada del canciller Olaf Scholz.

A pesar del ascenso de la extrema derecha, los demás partidos han descartado cualquier alianza con AfD, dejando a Merz con opciones limitadas para formar gobierno. Podría liderar una gran coalición con el SPD o, en su defecto, un tripartito con socialdemócratas y Los Verdes. Las combinaciones finales dependerán de si los liberales del FDP y el partido populista Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) logran superar el umbral del 5% para entrar en el Bundestag.

“Nosotros – los @CDU y los @CSU – hemos ganado estas elecciones federales. Gracias por la confianza que habéis depositado en nosotros y en mí. Y en este contexto me gustaría decir una palabra de respeto a nuestros competidores políticos. Ahora cumpliremos rápidamente nuestro mandato gubernamental, porque el mundo exterior no nos está esperando. Tampoco está esperando largas conversaciones y negociaciones para formar una coalición. Ahora debemos volver a ser capaces de actuar rápidamente” Mensaje de Merz en la red social X.

Merz, en una abarrotada Konrad-Adenauer-Haus en Berlín, afirmó su intención de iniciar conversaciones con los posibles socios de coalición lo antes posible: “El mundo no espera por nosotros. Y tampoco espera largas conversaciones y negociaciones de coalición”. Su victoria es clara, pero la CDU/CSU ha obtenido su segundo peor resultado histórico, lo que complica las negociaciones.

Mientras tanto, Alice Weidel, candidata de AfD, ha manifestado su intención de formar parte del Gobierno, apelando a lo que denomina “la voluntad del pueblo”. Sin embargo, su propuesta no tiene posibilidades, dado el cordón sanitario que el resto de partidos han impuesto sobre su formación.

Los Verdes y La Izquierda

Los Verdes han quedado en cuarto lugar con un 13%, y en conjunto, los partidos que formaron la coalición semáforo (SPD, Los Verdes y FDP) han perdido apoyo. Este resultado refleja un claro mensaje del electorado en favor de una alternancia tras tres años de disputas internas y crisis en Alemania.

La sorpresa de la jornada ha sido La Izquierda, heredera del partido poscomunista de la Alemania Oriental, que ha alcanzado un 8,5%. En cuanto al FDP y BSW, las proyecciones difieren sobre si lograrán superar el umbral del 5%. De quedar fuera, habría solo cinco partidos en el Bundestag, y CDU/CSU y SPD sumarían una ajustada mayoría absoluta de 327 diputados, 11 escaños por encima del mínimo necesario.

Ahora comienzan los primeros contactos para la formación de gobierno, con Merz fijando como plazo mediados de abril. La negociación no será fácil, dado el clima de polarización y las diferencias en políticas clave como inmigración y gasto público. En 2005, las negociaciones para formar una gran coalición duraron 65 días, y en 2015 se extendieron a 86 días.

Si logra convertirse en canciller, Merz tendrá que afrontar una triple crisis: el estancamiento económico, la inestabilidad internacional y el avance constante de la extrema derecha, que ya se ha convertido en la segunda fuerza parlamentaria y la principal en la oposición. Alemania, y el resto de Europa, observan con atención el desenlace de estas negociaciones, que definirán el rumbo del país en los próximos años.