El expresidente del Gobierno de España, Felipe González ha realizado unas contundentes declaraciones sobre la necesidad urgente de abordar la crisis del cambio climático y las infraestructuras del país, especialmente tras los recientes episodios de dana sufridos en la provincia de Valencia.
Durante su intervención desde la asamblea de la Asociación Valenciana de Empresarios, González destacó la importancia de una comisión de Estado integrada por todas las administraciones y técnicos especializados, con el objetivo de elaborar un plan estratégico que permita prevenir y mitigar los efectos de futuros desastres naturales. «Desde el punto de vista técnico, necesitamos que los expertos, urbanistas y todas las administraciones trabajen de forma conjunta para diseñar un proyecto que nos permita reparar el daño causado y, más importante aún, prepararnos para futuras tragedias, aunque estas nunca sean completamente reparables», declaró González.
El expresidente subrayó que la naturaleza es más fuerte y tiene más memoria que nosotros, como lo demuestra la recurrencia de fenómenos como las lluvias torrenciales. «Lo que es seguro es que vendrán más dana, y no podemos seguir buscando culpables entre las fuerzas políticas sin encontrar una solución», insistió. González enfatizó la necesidad de unir a todas las fuerzas políticas en un esfuerzo común, más allá de las disputas ideológicas, para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. A su juicio, la polarización política no ayuda en la búsqueda de soluciones eficaces a los problemas reales que enfrenta la sociedad.
Además, González resaltó la falta de infraestructuras adecuadas para prevenir los desastres naturales. «Debemos realizar estudios de infraestructuras que permitan evitar que esto vuelva a ocurrir», señaló, criticando la falta de coordinación y planificación a largo plazo entre las diferentes administraciones. En este sentido, también hizo hincapié en la importancia de crear oficinas únicas que faciliten la ayuda a los afectados por estos fenómenos, con el fin de evitar la desprotección de las personas y la pérdida de documentación valiosa durante las catástrofes.
El expresidente también se refirió a la gestión económica y fiscal, en particular sobre la quita de deuda pactada con Junqueras. González aclaró que esta no debe interpretarse como un perdón generalizado de las deudas de los españoles, y manifestó su desacuerdo con la centrifugación del poder a nivel autonómico. «Descentralizar no es lo mismo que permitir que cada uno haga lo que quiera. No podemos jugarnos la integridad de nuestro territorio, ya que este es un bien superior», explicó, defendiendo un modelo de centralización coherente que garantice la unidad del país.
En cuanto a la política económica y la elaboración de los presupuestos, González criticó la falta de previsibilidad por parte del Gobierno. «La democracia se basa en la previsibilidad», afirmó, destacando que los presupuestos deben planificarse con antelación para asegurar un futuro estable y próspero para todos los ciudadanos. Asimismo, señaló que el empleo debe estar relacionado con la productividad y no con la burocracia política, dejando claro que las empresas son las verdaderas generadoras de empleo, no las administraciones.
Por último, González manifestó su desacuerdo con la amnistía en el contexto del proceso independentista en Cataluña, argumentando que no se pueden tomar decisiones que no garanticen que no se repetirá la misma situación en el futuro. Sin embargo, también reconoció los avances en la convivencia en Cataluña, aunque advirtió que el proceso sigue siendo un tema sensible en el panorama político, especialmente debido a la presencia de partidos en Madrid que pueden avivar las tensiones.
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