- El club no mejorará sus ingresos netos con el nuevo estadio durante un cuarto de siglo, al no asumir el propietario el coste de la inversión, ni avalarla.
- Peter Lim no garantiza con sus acciones la operación.
- EL club deberá crear una empresa para titulizar las garantías exigidas por Goldman Sachs y sus inversores, en la reunión de Florida.
- La operación corre dos serios riesgos: un posible descenso a segunda división y las anunciadas sanciones de la Unión Europea a los bancos de inversión americanos.
Miguel Zorío, ex vicepresidente del club, ha tenido acceso a los factores fundamentales de la negociación entre los representantes de Peter Lim y de Goldman Sachs, en la reunión que mantuvieron en Florida hace unos meses, a petición de los inversores institucionales buscados por el banco americano, y que no son otros que algunas de las principales aseguradoras de Estados Unidos.
Para el portavoz de Marea Valencianista, “Cuando Javier Tebas, buscó un financiador para su socio Peter Lim (hay que recordar que el singapurense es socio de la LFP en Asia), pensó en Goldman Sachs, con quien ya había realizado negocios futbolísticos. Tebas y Lim vendieron que el Valencia CF ha sido una de las franquicias deportivas más famosas del mundo, ha llegado a estar valorada en cientos de millones de euros, y entre sus exjugadores se incluyen jugadores legendarios como Kempes, Ayala o Villa. Sin embargo, en los últimos años, el club de fútbol ha sufrido una nefasta gestión. El equipo se encuentra sumido en graves dificultades financieras, ya que los costes y el pago de la deuda han superado con creces los ingresos durante años (a lo que hay que sumar el desastre deportivo y la desaparición del equipo de las competiciones europeas). En medio de todo esto, el club se ha comprometido a terminar el nuevo estadio con capacidad para 70.000 espectadores y una inversión final que superará los 400 millones de euros, con el objetivo de pegar un pelotazo urbanístico avalado por los políticos de la ciudad”.
“En teoría, un estadio más grande debería significar más aficionados en cada partido y, a su vez, mayores ingresos para aliviar la carga financiera del club. Sin embargo, cuando el club quiso seguir adelante con el plan, se encontró con una trampa: la propiedad del Valencia CF, Meriton y Peter Lim, no quieren avalar la deuda que ellos mismo han creado, a pesar de mover compras y ventas de jugadores por un valor que supera los 1000 millones de euros. Y ahí es donde entró Goldman Sachs y su “socio” Javier Tebas/LFP. Tras ejecutar cientos de modelos financieros, con el FC Barcelona, Goldman dio con una oscura norma española que permitiría al equipo titularizar lo que el banco denomina «ingresos extraordinarios» en forma de futuras ventas de entradas, comida y bebidas. «. En la práctica, esto significa que el Valencia CF venderá bonos respaldados por derechos sobre ingresos futuros de los próximos 25 años: las mejores butacas, palcos y restaurantes del nuevo Mestalla” ha confirmado Miguel Zorío.
Para materializar el fideicomiso, el Valencia CF creará un Fondo de Titulización y acordó vender a las aseguradoras, valores representativos de algunos de sus derechos, títulos e intereses en ingresos futuros. En la reunión de Florida, varias empresas de colocación privada, entre ellas varias aseguradoras estadounidenses, se comprometieron a adquirir ingresos futuros del Valencia CF por valor de más de 300 millones de euros, y por ellos obtendrán una media de más de 16 millones de euros anuales de intereses durante 25 años, abonados en cinco tramos (a los que habrá que sumar el capital prestado, hasta 325 millones de euros). Además, el club debe pagar a CVC los 120 millones de euros prestados a 50 años, con un coste medio de casi 10 millones anuales.
“En estos momentos la operación pende de dos hilos: el riesgo de descenso a segunda división y las anunciadas sanciones de la UE a la banca americana. Lo que está claro es que el nuevo Mestalla no va a servir para mejorar la situación financiera del club: el Valencia CF no obtendrá más ingresos por el estadio en los próximos 25 años, y de todo ello el culpable es Peter Lim, que como propietario no ha querido avalar ni financiar la obra” ha dicho el ex Vicepresidente, Miguel Zorío.