Los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a las importaciones extranjeras de acero y aluminio son una gran victoria para los trabajadores y el sector manufacturero estadounidense, tal como lo fueron durante el primer mandato del presidente Trump. Así lo explica la página web de la Casa Blanca, que recoge las declaraciones de empresarios del sector.
“Estamos a favor de los aranceles porque fabricamos todo en Estados Unidos. Nuestras fábricas están en Baltimore, Indiana y Michigan. Usamos acero y trabajadores estadounidenses… Nuestro desafío es que competimos con gobiernos, como el gobierno chino”, declaró Drew Greenblatt, director ejecutivo de Marlin Steel Wire Products, con sede en Baltimore, en CBS Morning News . “Si tenemos un campo de juego justo y equitativo, nuestros trabajadores de fábrica estadounidenses prosperarán. Realmente podemos sacar a la gente de la pobreza e incorporarla a la clase media”.
“Nuestro objetivo es vender millones de dólares más, así que tenemos que contratar a mucha más gente. Si lo logramos, les contrataremos en puestos muy buenos y con muy buenos salarios”, declaró Greenblatt a Jake Tapper de CN .
“Habrá un aumento abrumador de contrataciones en Estados Unidos a medida que la situación se estabilice y las fábricas estadounidenses aumenten su producción… Este es un momento muy emocionante para el trabajador manufacturero estadounidense”.
