La UE responde a Trump y aprueba aranceles de hasta el 25% contra Estados Unidos

La Unión Europea ha dado un paso firme en su respuesta a la guerra comercial iniciada por Estados Unidos, aprobando la imposición de aranceles a un amplio abanico de productos estadounidenses. La decisión, respaldada por la gran mayoría de los Estados miembros, con la única oposición de Hungría, marca el inicio del contragolpe europeo a los gravámenes impuestos por la administración Trump a las importaciones de acero y aluminio.

La Comisión Europea, encargada de la política comercial de la UE, ha anunciado que estos aranceles, que alcanzan hasta el 25% en algunos casos, comenzarán a aplicarse a partir del 15 de abril. No obstante, Bruselas deja abierta la puerta a la negociación, señalando que las contramedidas podrán suspenderse si Estados Unidos se muestra dispuesto a buscar una «salida justa, equilibrada y negociada» al conflicto.

A diferencia de la rapidez con la que China o Canadá han respondido a las acciones de Washington, la Unión Europea ha optado por un enfoque más pausado. Esta estrategia responde, según se explica, a una combinación de necesidad y cálculo.

Por un lado, la UE, si bien tiene la competencia en materia comercial, necesita mantener la unidad entre sus Estados miembros. Esto implica un proceso de negociación y consenso que ha llevado casi un mes, y que finalmente ha logrado el respaldo de todos los países excepto Hungría, cuya postura crítica en diversos temas ha generado tensiones con las instituciones europeas.

Por otro lado, la UE busca agotar todas las vías diplomáticas para evitar una escalada en la guerra comercial. Bruselas pretende que su respuesta sea medida y no proporcione a Estados Unidos excusas para eludir la negociación, aunque el escepticismo sobre la disposición de la administración Trump a dialogar va en aumento.

En cualquier caso, la UE advierte que no se abstendrá de utilizar todas las herramientas a su alcance, incluyendo la imposición de aranceles al comercio de servicios, si las negociaciones fracasan.

Sanciones graduales

Los ministros de Comercio de los Estados miembros han dado su visto bueno a dos listados de productos estadounidenses que serán objeto de aranceles, con un valor total cercano a los 20.900 millones de euros, ligeramente inferior a los 22.500 millones inicialmente previstos. La entrada en vigor de las sanciones será gradual: un primer paquete de 3.900 millones de euros el 15 de abril, seguido de otro de 13.500 millones un mes después, y finalmente un último tramo de 3.500 millones.

Esta estrategia implica que la UE no aplicará la regla del «euro por euro, dólar por dólar» en su respuesta a Estados Unidos. No obstante, se considera que esta flexibilidad es necesaria para mantener la cohesión dentro de la Unión, especialmente ante la postura de países como Italia, cuya primera ministra, Giorgia Meloni, mantiene una sintonía con Donald Trump.

El tira y afloja entre Bruselas y las capitales ha llevado a algunas modificaciones en la lista de productos sancionados. Un ejemplo destacado es el whisky bourbon, que inicialmente iba a ser objeto de aranceles, pero fue retirado ante la fuerte reacción de Trump, quien amenazó con aranceles del 200% a los vinos y otras bebidas alcohólicas europeas.

A pesar de estas concesiones, la lista final incluye productos como el maíz, la soja, zumos, salchichas, mostaza, carnes de ave, pantalones tejanos (como los Levi’s), ropa deportiva, pasta de dientes, seda dental y pintalabios. Estos productos fueron seleccionados por su facilidad de sustitución (pudiendo importarse de otros países como Argentina o Brasil) y por su impacto mediático, especialmente en el caso de los productos agrícolas y agroalimentarios. Además de estos bienes de consumo, los aranceles también afectarán al acero, el aluminio y los productos derivados, es decir, los materiales que desencadenaron la disputa comercial.

La Comisión Europea tiene previsto continuar con esta estrategia de presión, preparando nuevos aranceles en respuesta a otras medidas arancelarias de Estados Unidos, como los gravámenes a los automóviles. «A comienzos de la semana que viene, presentaremos nuestro plan. Explicaremos la hoja de ruta, que luego consultaremos con los Estados miembros y las industrias, antes de presentar las medidas finales, que entonces enviaremos a los Estados para que las voten», ha declarado el portavoz europeo para asuntos comerciales, Olof Gill.