En un nuevo capítulo de su errática política comercial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado una drástica subida de los aranceles a China, elevándolos al 125%* con efecto inmediato, al tiempo que ha ofrecido una pausa de 90 días a otros países. Esta decisión, que ha provocado una fuerte reacción en los mercados bursátiles, plantea un complejo dilema para los socios comerciales de Estados Unidos, incluyendo la Unión Europea. Hace dos días, el mandatario de la Casa Blanca había amenazado a China con el 104%.
Trump comunicó su decisión a través de su red social, Truth, donde justificó la medida como una respuesta a la «falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales». No obstante, la claridad de su mensaje se vio empañada por la ambigüedad, dejando la duda sobre si el aumento al 125% incluye el 20% de aranceles previamente impuestos por el fentanilo o se refiere únicamente a los aranceles recíprocos.
En contraste con la dureza mostrada hacia China, Trump anunció una «PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este período, del 10%» para el resto de los países. Esta tregua temporal, según el presidente, responde a las numerosas peticiones de negociación recibidas de más de 75 países. Sin embargo, Trump mantiene en vigor un arancel universal del 10% para todos los países, así como los gravámenes al acero, el aluminio y los automóviles, lo que constituye un muro proteccionista sin precedentes en las últimas décadas.
- Debido a la falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales, por la presente aumento el arancel que Estados Unidos le impone al 125%, con efecto inmediato. En algún momento, ojalá en un futuro próximo, China comprenderá que la época de estafar a EE. UU. y a otros países ya no es sostenible ni aceptable. Por otro lado, y considerando que más de 75 países han convocado a representantes de Estados Unidos, incluyendo los Departamentos de Comercio, Tesoro y el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), para negociar una solución a los temas en discusión en materia de comercio, barreras comerciales, aranceles, manipulación cambiaria y aranceles no monetarios, y que estos países no han tomado represalias de ninguna manera contra Estados Unidos, a instancias mías, he autorizado una PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este período, del 10%, también con efecto inmediato. ¡Gracias por su atención! Mensaje de Trump en la red social Truth.
La reacción de los mercados no se hizo esperar. Las bolsas de Wall Street experimentaron un fuerte repunte tras el anuncio, con subidas que oscilaron entre el 6% y el 8%. El propio Trump había alentado la compra de acciones esa misma mañana, tuiteando: «Es un gran momento para comprar».
Esta nueva estrategia de Trump coloca a sus socios comerciales en una posición delicada. La Unión Europea, por ejemplo, se enfrenta ahora a un arancel del 10%, con la amenaza latente de un aumento si decide tomar represalias. Trump parece estar utilizando a China como «escarmiento», mientras ofrece una ventana de oportunidad a otros países para negociar en términos favorables a Estados Unidos.
Los mal llamados aranceles recíprocos habían entrado en vigor en la medianoche del martes al miércoles de la costa Este de Estados Unidos, generando una gran expectación mediática. Estos aranceles suponían impuestos del 104% a las importaciones procedentes de China, del 20% a las de la Unión Europea y del 20% al 50% para decenas de otros países.
¿Estrategia?
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, atribuyó la autoría de toda la estrategia a Trump, una declaración que puede interpretarse tanto como un elogio a su visión como un intento de desmarcarse de las posibles consecuencias negativas. La decisión de Trump contrasta con la incertidumbre que había rodeado a su política comercial en otras ocasiones, donde los giros de última hora eran frecuentes. Esta vez, la entrada en vigor de los aranceles parecía inexorable, tras la firma de un último decreto presidencial que aprobaba un recargo del 50% a China.
En sus declaraciones públicas, Trump mostró una ambivalencia calculada. Por un lado, abrió la puerta a la negociación, pero al mismo tiempo insistió en que esta debe llevarse a cabo desde una posición de sometimiento de la otra parte.
«Nos va muy bien haciendo, yo los llamo acuerdos a medida, no hechos en serie. Son acuerdos a medida, muy a medida. Ahora mismo, Japón está volando aquí para hacer un trato. Corea del Sur está volando aquí para hacer un trato, y otros están volando aquí», afirmó Trump en la Casa Blanca, rodeado de mineros, un sector clave para su proyecto económico. El presidente expresó su satisfacción por el interés de numerosos países en negociar con Estados Unidos, aunque lamentó la falta de personal para atender todas las solicitudes a la vez. No obstante, aseguró que el resultado sería «genial» tanto para su país como para el resto del mundo.
*Un día después de publicar esta noticia, la Casa Blanca confirma que el arancel aplicado a China es del 145%.
Imagen. Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca. (WH).