La UE también frena la guerra comercial y suspende por 90 días los aranceles previstos a Estados Unidos

En un movimiento que busca desactivar la creciente tensión comercial transatlántica, la Unión Europea ha anunciado este jueves la suspensión por 90 días de los aranceles que tenía previsto imponer a Estados Unidos. La decisión, comunicada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se produce como respuesta a la tregua parcial en la guerra comercial declarada el día anterior por el presidente estadounidense, Donald Trump.

Von der Leyen explicó que este aplazamiento tiene como objetivo «dar una oportunidad a las negociaciones» con Washington, tras una primera consulta con los Estados miembros. La medida europea llega después de que Trump anunciara una pausa de 90 días en los que denominó «aranceles recíprocos», exceptuando a China, que sigue enfrentando un gravamen del 125%.

A pesar de que la tregua de la Casa Blanca no elimina los aranceles del 10% impuestos a diversos países, ni los gravámenes del 25% al acero y al aluminio, así como los potenciales aranceles al sector automovilístico, la UE ha optado por no aplicar por el momento su paquete de represalias. «Si las negociaciones no prosperan, las medidas entrarán en vigor. El trabajo de medidas adicionales continúa», advirtió la presidenta de la Comisión, dejando claro que la presión se mantiene. «Todas las opciones están sobre la mesa», enfatizó.

La decisión de Trump generó alivio pero también cierto desconcierto en Bruselas, llegando poco después de que los Veintisiete acordaran su respuesta inicial a los aranceles sobre el acero y el aluminio. La UE había calibrado cuidadosamente esta represalia para evitar una escalada similar a la que vive China.

La respuesta de Bruselas al anuncio de Trump se demoró más de doce horas, reflejando la cautela ante un escenario en constante evolución. Inicialmente, Von der Leyen había calificado la tregua como un «paso importante para estabilizar la economía global», mientras la UE se tomaba «el tiempo necesario» para evaluar la situación.

  • Tomamos nota del anuncio del presidente Trump. Queremos darle una oportunidad a las negociaciones. Mientras finalizamos la adopción de las contramedidas de la UE, que contaron con un fuerte apoyo de nuestros Estados miembros, las dejaremos en suspenso durante 90 días. Si las negociaciones no son satisfactorias, se pondrán en marcha nuestras contramedidas. Continúan los trabajos preparatorios sobre nuevas contramedidas. Como he dicho antes, todas las opciones siguen sobre la mesa. Cuenta de X de Von der Leyen.

15 abril

La urgencia radicaba en la inminente entrada en vigor, el 15 de abril, de la primera tanda de aranceles europeos por valor de 3.900 millones de euros, dentro de un paquete total de casi 20.900 millones. Conscientes de la sensibilidad de Trump ante cualquier represalia, los líderes europeos optaron por la prudencia y la vía del diálogo.

Los representantes de los Estados miembros se reunieron de inmediato para analizar la nueva coyuntura, y la discusión continuará a nivel ministerial en la reunión informal del Eurogrupo y el Ecofin en Varsovia. Fuentes europeas describieron el ambiente como «bastante positivo», a pesar de las incertidumbres. «Es el momento de que los ministros y los líderes analicen la estrategia sobre cómo abordar la nueva situación. Estos 90 días nos dan un buen respiro para hacerlo», señaló una fuente anónima.

En la misma línea, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, valoró la tregua como una «puerta a la negociación y al acuerdo entre países». Por su parte, el primer ministro polaco, Donald Tusk, abogó por aprovechar al máximo estos 90 días para mantener las «estrechas relaciones transatlánticas».

Von der Leyen reiteró el compromiso de la UE con «negociaciones constructivas con Estados Unidos, con el objetivo de lograr un comercio sin fricciones y mutuamente beneficioso». Insistió en la necesidad de «condiciones claras y predecibles» para el comercio y las cadenas de suministro, y recordó su propuesta de un acuerdo arancelario cero por cero entre la UE y EE.UU., hasta ahora rechazada por Trump.