El presidente del Partido Popular y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha intensificado sus críticas al Gobierno de Pedro Sánchez, calificando de «burla a los españoles» y «chapuza marca de la casa» el plan de aumento del gasto militar. Además, ha contrapuesto su firme defensa del libre comercio a lo que considera un «error» estratégico del presidente del Gobierno: su reciente viaje a China.
En un desayuno informativo organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos y celebrado en el Hotel Palace de Madrid, Feijóo ha subrayado su discrepancia con las medidas arancelarias «desde el primer día», pero ha insistido en que la política de la Administración Trump no romperá «el vínculo entre EE UU y la UE». «El libre comercio funciona, lo creo por ideología, es bueno para la prosperidad de los países y el bienestar», afirmó, recordando el periodo de «miseria» que vivió España bajo la dictadura, con una economía cerrada al exterior.
El líder popular enfatizó que la relación económica entre Estados Unidos y la Unión Europea representa un significativo porcentaje del PIB mundial –señalando que llegó a ser el 43%– y abogó por fortalecer aún más los lazos comerciales entre ambas regiones. «Caminar hacia un nuevo tratado de libre comercio, lo defenderé en España, en Bruselas y trabajaré donde sea sin titubeos, es mi visión y la del primer partido de España», aseguró.
Sin embargo, Feijóo lamentó que el Gobierno de Sánchez «va en sentido contrario», refiriéndose a su reciente visita a China, «asesorado no sabemos por quien aunque lo sospechamos», en alusión a José Luis Rodríguez Zapatero. «En plena negociación con nuestro principal aliado se echa en brazos de nuestro rival sistémico», criticó.
En relación al aumento del gasto militar, Feijóo reiteró su acusación de que el Ejecutivo se ha saltado la Ley de Defensa Nacional al no someterlo a votación en el Congreso, a pesar de la exigencia de la Cámara. Censuró la «opacidad total» del plan y su falta de detalle sobre recortes y sostenibilidad presupuestaria, tachándolo de «improvisación» que convierte «gasto coyuntural en estructural». También alertó sobre una posible mayor presión fiscal encubierta para financiar el plan.