El asesor inmobiliario Edilson de Freitas ha defendido el papel de la vivienda turística como una herramienta eficaz para reactivar zonas urbanas degradadas y dinamizar tanto el mercado inmobiliario como el tejido comercial local. En sus declaraciones, ha subrayado que esta modalidad ha permitido dar nueva vida a inmuebles en desuso y activar la economía en barrios anteriormente olvidados.
“Con la vivienda turística se ha intentado animar a una tipología de vivienda que estaba en desuso y que nada tiene que ver con una vivienda para hogar. De hecho, ha permitido activar muchos inmuebles, anteriores comercios que por la legislación no podían abrir”, ha señalado De Freitas. Según el experto, esta transformación ha favorecido la recuperación de espacios que habían quedado fuera del circuito residencial y comercial tradicional.
De Freitas ha recalcado que los beneficios del sector no se limitan al ámbito inmobiliario: “Es un sector que genera beneficio a los hosteleros, a las tiendas o al comercio, pero es que además el propio sector hotelero entiende que nuevas modalidades de alojamiento son beneficiosas”. En su opinión, lejos de ser competencia directa, las viviendas turísticas complementan la oferta alojativa y favorecen un turismo más diversificado.
Sin embargo, el asesor ha expresado su preocupación por los efectos de la nueva regulación, que a su juicio ha paralizado operaciones clave para revitalizar determinados barrios: “Hay muchos bajos de determinadas zonas que se están reconvirtiendo en viviendas porque la zona comercial se está concentrando en determinados sitios. Ahora, con la nueva regulación, se ha frenado la transacción de esos locales”.
Puso como ejemplo la evolución del barrio de Ruzafa, donde hace dos décadas “nadie miraba hacia allí” y que hoy se ha transformado en una zona vibrante, con “mayor limpieza, aceras cómodas y mejor iluminación”. Esta mejora, argumenta, ha traído consigo el auge de nuevos locales comerciales y restaurantes punteros, lo que a su vez ha elevado el precio de la vivienda. “Este mismo modelo va a ser seguido por otras zonas”, ha asegurado.
En este sentido, ha apuntado al barrio de La Saïdia como una oportunidad desaprovechada: “Hay muchos locales vacíos y los gobiernos municipales deben ser propulsores facilitando la adquisición de licencias para que mejore las condiciones de precio y agilice la compraventa”.
Finalmente, De Freitas ha hecho un llamamiento a las administraciones para movilizar el parque de viviendas infrautilizadas: “Hay un volumen de viviendas bárbaro paradas que podrían aliviar perfectamente el crecimiento exponencial de los precios y paliar el problema de escasez”.