Luz verde para remodelar la plaza del Ayuntamiento de Valencia: cambios para ver mejor las mascletàs

Lo dijo cuando accedió a la alcaldía del Valencia. A María José Catalá no le convencía la propuesta del anterior equipo de Gobierno, paralizó el proyecto y argumentó que necesitaba ‘una repensada’. Los tiempos se han dilatado más de la cuenta por las prioridades ocasionadas por la dana de octubre, pero ya se ve la luz al final del túnel. Tras más de dos años de parálisis, la remodelación de la emblemática plaza del Ayuntamiento de Valencia ha dado un paso crucial con la aprobación del contrato para la redacción del proyecto definitivo. La Junta de Gobierno desbloqueará esta semana la actuación, tal y como ha adelantado este miércoles Las Provincias, que contará con un presupuesto de entre 11,5 y 12 millones de euros y se ejecutará en fases.

El concejal de Urbanismo, Juan Giner, anunció este avance, destacando que se han dado instrucciones al equipo de arquitectos para simplificar el diseño original y asegurar su viabilidad económica, con una reubicación estratégica de los árboles como punto clave para garantizar una óptima visibilidad de la mascletà, evento pirotécnico considerado prioritario por el consistorio​. Este anuncio coincide en el tiempo con los detalles que se han dado a conocer para reformar el eje viario entre la calle San Vicente desde plaza de España, plaza San Agustín y la avenida del Oeste de la ciudad.

La modificación del diseño inicial, conocido como Re-Natura y concebido durante la alcaldía de Joan Ribó (Compromís), implica la eliminación de elementos como la playa urbana y la lámina de agua proyectadas en torno a la fuente principal. Sin embargo, se mantendrán elementos simbólicos como la estatua de Francesc de Vinatea. Este rediseño es fruto de un intenso debate urbanístico y cambios en el gobierno municipal, con Catalá mostrando desde su llegada en 2023 su preocupación por el impacto de la vegetación en la visibilidad de la mascletà y el patrimonio arquitectónico. Para asegurar un diseño consensuado, el Ayuntamiento convocó un comité asesor de arquitectos de prestigio.

Una novedad importante del proyecto es su ejecución en dos fases, lo que permitirá mantener el tránsito peatonal por la plaza durante las obras, minimizando las molestias a vecinos y visitantes. Además, el nuevo plan prioriza la conexión con el transporte público, recuperando líneas de autobús previamente eliminadas. Desde la oposición, Compromís ha criticado duramente este nuevo enfoque, acusando a Catalá de paralizar un proyecto que consideran que ya podría estar en marcha. La portavoz de la formación, Papi Robles, anunció que, en caso de volver al gobierno en 2027, retomarían este y otros planes urbanísticos detenidos.

Por su parte, el exconcejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, impulsor del proyecto original, lamentó el cambio de modelo urbano, que a su juicio sustituye propuestas sostenibles por planteamientos más conservadores. A pesar de las críticas, el Ayuntamiento espera que las obras puedan comenzar antes de que finalice el actual mandato, con un plazo de seis meses para que el equipo de arquitectos entregue el proyecto técnico definitivo, que será presentado a la ciudadanía en su primer borrador, según anunció el concejal Giner.