El paso de la dana ha dejado secuelas no solo físicas en numerosos municipios, sino también económicas que aún se arrastran en el tejido empresarial. Así lo ha denunciado Alberto Martínez, External CFO de Tbig Finance, quien ha asegurado que “muchas empresas han perdido más de dos meses de actividad directamente y no pueden operar en condiciones”. Pero el impacto, advierte, va más allá: “Muchos, de forma indirecta, tampoco han podido llegar a los beneficios esperados, y posteriormente te meten un sablazo”.
Martínez ha sido especialmente crítico con la actuación de algunas entidades financieras en relación con los avales ICO: “Es necesario levantar la voz y meter caña a los bancos, porque con el tema de los avales se están aprovechando en ciertas ocasiones. Con las cláusulas ponen que los garantes tienen responsabilidad solidaria y, aunque el aval cubre el 80%, van a ir a por ti”. En definitiva, los bancos pueden reclamar el 100% al avalista, pese al aval del 80%».
Ante esta situación, ha recordado que existe un mecanismo legal que puede servir de salvavidas: “Afortunadamente, luego existe una ley de segunda oportunidad que optimiza esta situación, pero es que esta estrategia de los bancos puede crear muchos problemas que muchos desconocen”.
El experto financiero también ha querido poner el foco en el próximo reto fiscal para las empresas: “Dentro de un mes y medio tenemos el impuesto de sociedades, y a muchas de las empresas afectadas por la Dana les va a salir a devolver, con las posteriores inspecciones que conlleva y todo el proceso burocrático”.
Martínez ha instado a las administraciones a ser más ágiles en la respuesta y a vigilar más de cerca el comportamiento de la banca para proteger a las empresas en situaciones de especial vulnerabilidad: “La recuperación no solo pasa por reconstruir infraestructuras, sino por garantizar la viabilidad de las pymes que sostienen nuestras economías locales”.
