Albert Brand, director ejecutivo del think tank especializado en sostenibilidad energética I-Deas, ha salido al paso de las recientes críticas vertidas contra las energías renovables tras los problemas de estabilidad en la red eléctrica nacional. Según Brand, “el exceso de renovables no ha sido el causante de un apagón; simplemente se trata de obligar a convertir la energía a sincrónica con instalaciones autosuficientes”.
Frente a las voces que reclaman alargar la vida útil de las centrales nucleares o incluso construir nuevas, el experto ha recordado que “una central nuclear se tarda un mínimo de 10 años en construir”, un horizonte que considera poco realista ante la urgencia climática y los avances actuales en otras formas de generación y almacenamiento.
Brand ha sido especialmente crítico con la narrativa mediática reciente: “Toda la prensa y toda la campaña en contra de las renovables y a favor de las centrales nucleares es porque son intereses económicos cortoplacistas y no piensan en la salud”. Para el director de I-Deas, la transición energética debe estar guiada por criterios científicos y de sostenibilidad a largo plazo, no por presiones del lobby energético tradicional.
En relación con la gestión de residuos, Brand ha señalado contradicciones en la política nuclear actual: “Estamos ampliando el cementerio nuclear de El Cabril para residuos de baja y media intensidad, por lo que la cordura no está imperando. Están depositando los residuos nucleares de alta intensidad en las propias centrales nucleares, por lo tanto, es un poco difícil de entender”.
Para el CEO del Think Tank I-Deas, el futuro pasa por mejorar la eficiencia del sistema y potenciar el almacenamiento energético: “No es necesario muchas veces gastar más energía. Lo más necesario sería aumentar la capacidad de almacenaje, donde existen distintas alternativas más allá de las solares, como la biomasa, la geotérmica o los propios pozos”.
Las declaraciones de Brand refuerzan el posicionamiento de numerosos colectivos ecologistas y del ámbito científico que apuestan por un modelo energético distribuido, renovable y basado en soluciones tecnológicas que ya están disponibles, frente a una reactivación de la apuesta nuclear que consideran innecesaria, costosa y con riesgos a largo plazo.