La Unión Europea ha marcado un antes y un después en la vida útil de nuestros dispositivos electrónicos. Desde el pasado 20 de junio, entró en vigor una nueva normativa que obliga a todos los fabricantes a ofrecer cinco años de actualizaciones de software para móviles y tablets vendidos en la región. Esta medida, parte del Reglamento (UE) 2023/1669 de la Comisión, tiene como objetivo principal combatir la obsolescencia programada y fomentar una mayor longevidad de los aparatos.
La noticia, sin embargo, llega con un importante matiz que modera las expectativas de los usuarios. Aunque la obligación de actualizarse durante un lustro es un paso adelante, no garantiza que tu móvil de gama de entrada vaya a disfrutar de cinco nuevas versiones completas de Android, tal y como explica el portal especializado Xataka.
El Reglamento europeo establece compromisos claros para los fabricantes de smartphones y tablets:
- Periodo de Soporte: Los dispositivos deberán recibir actualizaciones durante cinco años desde su fecha de lanzamiento al mercado.
- Gratuidad: Todas las actualizaciones serán gratuitas para el usuario.
- Tipos de Actualizaciones: Se distinguen tres categorías: de seguridad, correctoras (para solucionar fallos) y con nuevas funcionalidades.
- Plazos de Entrega: Las actualizaciones de seguridad y las correcciones de errores deberán llegar al usuario en un máximo de cuatro meses desde su disponibilidad. Las actualizaciones que introduzcan nuevas funcionalidades tendrán un margen de seis meses.
Aquí es donde reside el matiz crucial: la normativa exige cinco años de soporte, pero no especifica que todas deban ser actualizaciones completas del sistema operativo. Un fabricante podría, por ejemplo, ofrecer las dos primeras versiones principales de Android y, para los tres años restantes, limitarse a distribuir parches de seguridad y correcciones de errores. Esto significa que un teléfono podría no tener la última interfaz o las características más avanzadas de Android durante todo ese lustro, pero sí estará protegido contra vulnerabilidades y fallos críticos.
Esta nueva regulación tendrá un impacto diferenciado en el mercado:
- Usuarios de iOS: Para los usuarios de Apple, el cambio será menos perceptible. La compañía de Cupertino ya tiene la costumbre de ofrecer un soporte de actualizaciones de software que suele extenderse entre seis y siete años tras el lanzamiento de sus iPhone y iPad, superando así los nuevos requisitos europeos.
- Usuarios de Android (especialmente en gama baja): El panorama cambia significativamente. Si bien Google ya exigía a los fabricantes Android al menos dos años de soporte para mantener la licencia de sus aplicaciones, no existía una obligación tan longeva. Esta nueva normativa beneficiará enormemente a los usuarios de móviles más económicos, que tradicionalmente eran los más perjudicados por la falta de actualizaciones, tanto de seguridad como de funcionalidad. Aunque la fragmentación de Android no desaparecerá de la noche a la mañana, esta ley asegura que incluso los dispositivos más baratos recibirán parches de seguridad vitales, haciéndolos menos vulnerables.
Los deberes
Muchos grandes actores del mercado ya ofrecían políticas de soporte extensas, e incluso han intensificado esta «competición» por ofrecer más años de actualizaciones en los últimos tiempos:
- Google: Con el Pixel 8, se comprometió a ofrecer siete años de actualizaciones mayores de Android y parches de seguridad.
- Samsung: Tras el lanzamiento de los Galaxy S24 en 2024, igualó a Google con siete años de actualizaciones, extendiendo esta política a sus gamas A e incluso la M.
- Honor: También se ha sumado a la ola de siete años de actualizaciones a partir del Honor Magic7 Pro.
- Xiaomi: Hace unos meses, la firma china anunció seis años de actualizaciones para sus móviles y tablets más recientes.
- Motorola: Empezó a ofrecer hasta cinco años de actualizaciones con modelos como el Motorola Edge 50 Pro, aunque esta política no se ha extendido a todos sus dispositivos.
- OPPO y Realme: Ambas marcas ofrecían cuatro años de actualizaciones para sus modelos más potentes, un estándar que ahora deberán revisar para cumplir plenamente con la nueva directriz europea.
Más resistentes y reparables
La normativa de los cinco años de actualizaciones es solo una parte de un paquete más amplio bajo el llamado «Reglamento de diseño ecológico», cuyo objetivo final es aumentar la longevidad y sostenibilidad de los dispositivos electrónicos. Este reglamento incluye otras medidas clave:
- Facilidad de Reparación: Los fabricantes deberán garantizar la disponibilidad de piezas de repuesto durante siete años. Estas piezas deberán ser fáciles de conseguir y de montar, entregándose en menos de diez días y pudiendo instalarse con herramientas estándar, lo que apunta a acabar con el uso de tornillos propietarios y diseños que dificultan la reparación.
- Mayor Resistencia: Los nuevos móviles y tablets deberán ser más duraderos. Esto implica que deberán soportar hasta 45 caídas desde un metro de altura, resistir arañazos (con una dureza mínima de 4 en la escala de Mohs) y ser resistentes al agua y al polvo (con una certificación equivalente a IP43).
- Baterías de Mayor Vida Útil: Dado que la batería es uno de los componentes que más rápido se degrada, la normativa exige a los fabricantes garantizar que la capacidad de la batería se mantenga al 80% o más después de 800 ciclos de carga.
Finalmente, una de las novedades más visibles será la implementación de una etiqueta energética para móviles y tablets, similar a las que ya se encuentran en los electrodomésticos. Esta etiqueta mostrará una escala de eficiencia (de A a G, siendo A la más eficiente), el nombre completo del modelo, la autonomía de la batería en horas, el índice de reparabilidad y la resistencia del dispositivo.
En resumen, la Unión Europea da un paso gigante para transformar la industria de los dispositivos móviles, forzando a los fabricantes a priorizar la durabilidad y el soporte a largo plazo, en beneficio de los consumidores y del medio ambiente.



