La llegada de la Copa América a Valencia a principios de este milenio y que permitió la celebración de dos ediciones en 2007 y 2009 supuso un cambio de paradigma para la ciudad. Un cúmulo de beneficios que se tradujeron por ejemplo, en la histórica conexión aérea entre Valencia y Nueva York que nos unió con el continente americano por primera vez entre 2009 y 2012. Sin embargo, una vez que la competición no pudo continuar en el cap i casal, y la Fórmula 1 también desapareció, Valencia dejó de tener esos atractivos vitales para compañías tan importantes como Delta Airlines, el operador que se «atrevió» a un vuelo transatlántico cuyos requisitos por ocupación, tráfico etc. suponen siempre un reto de gran envergadura. Por ello, con el fin de la America s Cup, la Comunitat Valenciana no se consideraba estratégica para Delta.
Sin embargo, 13 años más tarde y contra pronóstico, Valencia recupera una conexión con Norteamérica, pero no con EEUU que sería lo esperable, y no solo con Nueva York sino especialmente con Miami, como demuestra la alta demanda provocada por el gran ecosistema digital en Valencia y la Comunitat con la capital de Florida, y debido al impulso de Startup Valencia entre otras asociaciones o incubadoras, sino con Canadá y en particular con Montreal.
Una ciudad histórica e inmersa en un país de enorme potencial turístico, económico y empresarial que desde luego, puede abrir puertas más que importantes para el presente y futuro de la Comunitat, sumida en una grave situación económica y castigada en infraestructuras tras la dana. Por ello, todas las puertas por abrir, ya sean corredores aéreos, terrestres o marítimos son más que importantes ante un escenario que necesita huir también de la infrafinanciación. Así que la llegada del primer vuelo de Air Transat a Manises desde Montreal es mucho más que una simple conexión aérea.
Es una puerta abierta a la esperanza valenciana, un nuevo destino hacia las Américas que una vez más aportan un modelo empresarial, competitivo e innovador no hacia USA sino al poderoso vecino de Canadá. Cojamos pues ese vuelo con destino a Montreal que tal vez suponga el inicio de un nuevo ciclo económico entre ambas ciudades, aunque de momento sea por conexión semanal hasta el 4 de octubre y con vistas a retomarlo desde febrero del próximo 2026. Y para su ampliación Dios dirá, porque dependerá de los condicionantes económicos basados como siempre en la ocupación, demanda y dinamismo, a fin de conseguir para todos el tráfico anhelado que permita mantener abierto este gran corredor aéreo con Air Transat.
Imagen: Vista panorámica de Montreal.



