El ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Andrés Romera, ha lanzado una seria advertencia sobre el estado de conservación de las carreteras españolas, subrayando que el abandono del mantenimiento preventivo está pasando factura tanto en seguridad como en costes económicos. “Si cuando se produce una irregularidad en el firme se combate desde el primer momento, es muy barato y económico. Pero si desde que arrancó el gobierno de Sánchez no se ha fomentado la conservación y el mantenimiento, existe un deterioro notable en varios frentes”, ha denunciado.
Romera ha detallado que el firme no es el único elemento afectado. Los sistemas de contención, las placas de señalización dañadas por la exposición solar y otros componentes clave también muestran un desgaste preocupante. Según el experto, estos elementos son determinantes a la hora de evitar o agravar accidentes de tráfico.
“El que nosotros seamos imprudentes con el aumento de la velocidad no exime a que los responsables tengan sus infraestructuras al 100% de garantías”, ha señalado, incidiendo en que las administraciones disponen de datos sobre los tramos más peligrosos y, por tanto, deberían actuar con mayor diligencia en su mejora.
Además, Romera ha cuestionado el criterio con el que la Dirección General de Tráfico (DGT) instala los radares de control de velocidad: “No los colocan en las zonas que son necesarias, es decir, en aquellos tramos que son más peligrosos, sino que los colocan para ganar más dinero y recaudar más multas”, ha afirmado tajantemente.



