Sánchez defiende el no convocar elecciones y presenta un plan Anticorrupción de 15 medidas

En un debate extraordinario celebrado hoy en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido para hacer frente a las acusaciones de corrupción que han salpicado recientemente al entorno del Partido Socialista. Lejos de limitarse a la defensa, Sánchez ha aprovechado la sesión para trazar una hoja de ruta clara hacia la continuidad del gobierno progresista, con el horizonte puesto en 2027 y más allá.

La intervención de Sánchez ha estado centrada en dos ejes: una defensa firme de la democracia y la legalidad constitucional frente a lo que ha calificado como una “estrategia de demolición política” del Partido Popular, y la presentación de un paquete de medidas anticorrupción que, en palabras del propio Ejecutivo, marcarán “un antes y un después” en la lucha contra los corruptos y quienes intentan vulnerar el sistema desde fuera.

Desde el PSOE subrayan que las nuevas medidas son ambiciosas, concretas e innovadoras, y están diseñadas para cerrar resquicios legales, reforzar la transparencia institucional y elevar los estándares éticos en la administración pública. “Se acabó mirar hacia otro lado”, han asegurado fuentes socialistas, quienes insisten en que el Gobierno “ha aprendido de sus errores y actúa en consecuencia”.

En contraste, el presidente ha acusado al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, de carecer de discurso de Estado y de altura política, asegurando que su intervención fue un “copia y pega de sus peores discursos desde que llegó a Madrid”. En el entorno socialista no ha pasado desapercibido el silencio que, según ellos, mantuvo Feijóo ante la denuncia por agresión sexual que pesaba sobre un exconselleiro de la Xunta, a quien —afirman— se despidió “entre abrazos”.

“El presidente sale reforzado de este debate”, afirman desde el PSOE, convencidos de que el liderazgo de Sánchez se consolida en momentos de dificultad, mientras que Feijóo, apuntan, “se aleja cada vez más de cualquier posibilidad real de alcanzar La Moncloa”. Los socialistas también han aprovechado para recordar el pasado del líder popular, asegurando que “nadie con fotos de veraneo con un narcotraficante puede aspirar a presidir un país”.

Sánchez ha cerrado su intervención apelando a la unidad de su partido y a su compromiso con la mayoría social del país. Según el Ejecutivo, el PSOE está “más unido y fuerte que nunca”, dispuesto a seguir legislando en beneficio de la ciudadanía, frente a una oposición que “ni acude a trabajar” y cuya propuesta política, acusan, está “al servicio de la internacional ultra”.

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