Los alcaldes y alcaldesas de municipios afectados por la dana y los comités locales de reconstrucción han sido los protagonistas de la sesión de este miércoles en la comisión de estudio de la gestión de la catástrofe por parte de la Diputació de València. El MuVIM ha acogido esta vez la comisión provincial post dana para dar cabida a los representantes de los municipios, que en líneas generales han agradecido la respuesta de la Diputación en los momentos más duros de la riada. Los participantes han reclamado un frente común de todas las administraciones, por encima de colores políticos, para dar respuesta a las necesidades del presente y evitar las consecuencias fatales de nuevos episodios que pudieran registrarse en el futuro.
El presidente de la corporación, Vicent Mompó, ha presidido la mesa que completaban las vicepresidentas Natàlia Enguix y Reme Mazzolari, el conseller para la Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols, y el secretario de la Diputación, Vicente Boquera. En el salón de actos del MuVIM han estado presentes el resto de portavoces provinciales y esos alcaldes y alcaldesas que han trasladado la necesidad de disponer de más personal para hacer frente al proceso de reconstrucción, cuestión que tiene avanzada la Diputación con un decreto que está ultimando y que expondrá en el pleno del 23 de julio con ayudas para los 103 municipios afectados.
Por partes. La sesión de la comisión provincial de la dana ha arrancado con la exposición de los técnicos de la institución, que han repasado las actuaciones llevadas a cabo en materia de infraestructuras, carreteras y el ciclo hídrico, tanto en agua potable como en depuración. Contratos de emergencia que se suman a un fondo de contingencia muy valorado por los responsables locales y otras intervenciones que elevan la inversión provincial tras la dana a 200 millones de euros. Solo la reparación de carreteras y puentes afectados por la riada del 29 de Octubre costará algo más de 80 millones de euros, de los cuales la mitad ya se han ejecutado.
En opinión del presidente Mompó, “conocer el territorio nos ha permitido ayudar en la medida de nuestras posibilidades y con eficiencia”. El líder provincial se ha sumado a la reivindicación municipalista de promover un frente común: “debemos aprender que si no vamos todos juntos la respuesta será más complicada ante situaciones límite como ha sido la dana. Debemos tener altura de miras y dejar la demagogia y el ruido, que no salvan vidas ni contribuyen a reconstruir nuestros pueblos y ciudades en las mejores condiciones para prevenir nuevas tragedias”.
La vicepresidenta primera y portavoz de Ens Uneix, Natàlia Enguix, también se ha sumado a esa reclamación que insta a las administraciones a reforzar la coordinación, poniendo a la Diputación como ejemplo: “merecemos que todas las instituciones trabajen a una para resolver los problemas de las personas, por encima de enfrentamientos partidistas”. En este sentido, Enguix se ha referido al trabajo realizado por la empresa Egevasa, de la cual es presidenta de la Junta General, “atendiendo a los 90 municipios afectados por la riada tuvieran contratada o no la gestión del ciclo del agua con nosotros”. “En circunstancias como las causadas por la dana solo vale la empatía y la solidaridad, que es lo que hemos seguido haciendo estos meses con el agua, la depuración, y otras acciones como los bonos comercio que estamos a punto de sacar para los municipios afectados, con una inyección económica de cinco millones de euros”.
La vicepresidenta segunda y portavoz popular, Reme Mazzolari, ha agradecido su implicación “a mucha gente anónima que nos ha ayudado a resolver las cuestiones jurídicas y competenciales para ejecutar actuaciones de emergencia que eran necesarias, como la de los garajes que limpiamos por una cuestión de salubridad”. En este punto, Mazzolari ha indicado que “una mayor transversalidad en la forma de trabajar de las administraciones nos habría permitido ser más rápidos y eficaces”, y ha avanzado, al respecto de la contratación de personal por parte de los ayuntamientos para agilizar el proceso de reconstrucción, que la Diputación “tiene reservados 60.000 euros por municipio para este personal y la intención es ampliar la cantidad hasta los 100.000 euros”.
El portavoz de Vox, Sergio Pastor, ha agradecido la “esclarecedora explicación de los técnicos” y ha afirmado que “el presupuesto de la Diputación para este año es la muestra clara de la intención de trabajar por la reconstrucción por encima de diferencias políticas”. La portavoz de Compromís, Dolors Gimeno, ha considerado que la reconstrucción “son los puentes y las carreteras, pero también los servicios públicos”, y ha reivindicado la preparación del Consorcio de Bomberos porque ante una nueva dana “estaremos peor preparados”. Por su parte, el portavoz socialista, Carlos Fernández Bielsa, ha cuestionado la ejecución presupuestaria de las cuentas de la dana y ha mostrado su preocupación por las manifestaciones del Consorcio.
La reflexión del vicepresidente segundo del Consell, Francisco José Gan Pampols, ha cerrado el primer turno de intervenciones: “la crispación no ayuda ante una situación tan compleja como es la reconstrucción tras la dana. No estamos siendo todo lo rápidos que nos gustaría ser, pero estamos escuchando todas las quejas y necesidades y tratando de dar respuesta”. Gan Pampols ha dado la enhorabuena a la Diputación por su trabajo tanto en la emergencia como en el proceso de reconstrucción.
La voz del municipalismo
El turno de los responsables locales lo ha abierto Montse Morales en representación de los comités de reconstrucción de los municipios. Ha reivindicado “mayor participación real en el proceso de reconstrucción, que es una parodia basada en hormigón y corrupción, y una planificación a futuro con criterios ecológicos y no solo técnicos”. Desde el Comité de Paiporta, Félix Cano ha instado a las instituciones a “controlar los beneficios de las empresas de construcción”, y ha alertado de que la catástrofe “ha dejado a mucha gente fastidiada que necesita apoyo psicológico, pero sobre todo necesita saber que está segura porque se van a sacar de los cajones los proyectos pendientes para solucionar el tema de las infraestructuras”.
Los alcaldes y alcaldesas que han tomado la palabra han coincidido en cuestiones importantes como la unidad de acción por encima de siglas políticas y la prevención ante nuevas danas. El alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón, ha agradecido “el trabajo de los ciudadanos que, al menos en nuestro pueblo, evitó que contáramos las víctimas por decenas” y ha pedido volcar los esfuerzos en cuestiones con un amplio margen de mejora: “la colaboración entre administraciones es una obligación que debemos tener clara los responsables públicos, y es fundamental para agilizar la respuesta a los ciudadanos y para reconstruir las infraestructuras dañadas incluyendo lo que se tendría que haber hecho ya y no se ha hecho”.
El alcalde de Gestalgar, Raúl Pardos, ha invitado a realizar una terapia en la que no tienen cabida las trampas políticas: “la ciudadanía quiere soluciones y les da igual quién se las dé”. Pardos se ha mostrado satisfecho con el trabajo de la Diputación, pero ha advertido a todas las administraciones, en general, que “puede llegar otra riada en cualquier momento y debemos trabajar en positivo para hacerle frente. Mientras lo hacemos, estaría bien que el dinero nos llegara más rápido a los ayuntamientos y que nos avisen de lo que se vaya a hacer con carácter retroactivo”.
La alcaldesa de Corbera, Mentxu Balaguer, ha pedido que la reconstrucción “no deje de lado las necesidades del día a día de los pueblos”, ha lamentado los “fallos en subvenciones que llegan de la Generalitat” y ha agradecido a la Diputación las ayudas incondicionadas de su fondo de contingencia. En la misma línea, el alcalde de Alcàsser, Alberto Primo, ha aplaudido este “fondo incondicional que estaría bien poder ampliar, en la línea de trabajo de la Diputación que ha demostrado su humanidad”, y ha mostrado su preocupación por “el déficit que arrastramos en la inversión en infraestructuras”, motivo por el cual ha pedido ayuda a la Diputación para mediar en la reclamación de soluciones estatales para los barrancos del Poyo, la Saleta y Picassent.
De Algemesí a Chiva
La reflexión del alcalde de Algemesí, José Javier Sanchis, pasa por “no contribuir entre todos a generar falsas expectativas a nuestras vecinas y vecinos, descargando la responsabilidad en alcaldes y alcaldesas que sabemos perfectamente cuál es la situación real y los problemas cotidianos. No es solo cuestión de dinero. Hay obras que no podemos poner en marcha por falta de empresas que las asuman, y la gente se puede sentir engañada si no se le explica”. Sanchis sitúa el problema en los ríos y los barrancos, que es “donde hay que actuar”, y agradece a la Diputación que “en los peores momentos nos reunían a todos los alcaldes a las ocho de la mañana para escuchar las necesidades y coordinar las demandas con otras instituciones. Les podemos pedir más pero no exigir cosas que ni siquiera están en sus manos”.
El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, también está preocupado porque vuelva a repetirse una situación similar, por eso ha reclamado “protección individual y colectiva”. Además de esa atención personal a los afectados, Luján pide a la Diputación que “coordine las actuaciones que haya que impulsar con otras instituciones para actuar en las infraestructuras afectadas desde la mirada del área metropolitana de Valencia”. La inquietud ante la posibilidad de nuevas danas llega igualmente a Chiva, donde el alcalde, Ernesto Navarro, reclama “agilizar las obras de la Generalitat que están paradas y ayuda a corto-medio plazo para acometer las actuaciones necesarias en el inicio del Poyo”.
Otros alcaldes y alcaldesas se han referido a cuestiones más específicas, como la limpieza de los garajes en Paiporta y Benetússer, donde la alcaldesa Eva Sanz reclama, además, ayuda para la reparación de ascensores, contenedores y personal administrativo. Por último, el alcalde de Vilamarxant, Héctor Troyano, ha expuesto el problema que tiene su municipio con la calidad del agua, a consecuencia de un plaguicida detectado en el acuífero, que estaría vinculado con la dana. “La Diputación siempre está ahí, por eso nos encomendamos a ella y al resto de administraciones para analizar el origen de un producto que podría afectar a otros municipios de la zona”.



