UE 2028-2034: Cómo gastar casi dos billones de euros para 447 millones de personas

¿Cómo invertir, gastar y redistribuir casi dos billones de euros en siete años para una población de 447 millones de personas, los habitantes de la Unión Europea? La Comisión Europea ha presentado esta semana su propuesta para un nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) para el periodo 2028-2034, un presupuesto a largo plazo que asciende a casi dos billones de euros, lo que representa el 1,26 % de la Renta Nacional Bruta (RNB) de la Unión. Este ambicioso plan busca dotar a Europa de las herramientas necesarias para enfrentar desafíos sistémicos y consolidarse como una sociedad y economía independiente, próspera y segura.

La UE se enfrenta a un creciente número de retos en ámbitos clave como la seguridad, la defensa, la competitividad, la migración, la energía y la resiliencia climática. La Comisión subraya que estos no son desafíos temporales, sino reflejos de cambios geopolíticos y económicos profundos que exigen una respuesta «fuerte y con visión de futuro».

«Nuestro nuevo presupuesto a largo plazo ayudará a proteger a los ciudadanos europeos, reforzará el modelo social europeo y hará que nuestra industria europea prospere», declaró la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. «En una época de inestabilidad geopolítica, el presupuesto permitirá a Europa configurar su propio destino, en consonancia con su visión e ideales. Un presupuesto que apoye la paz y la prosperidad y promueva nuestros valores es la mejor herramienta que podemos tener en estos tiempos de incertidumbre”.

Pilares del Nuevo Marco Financiero

La propuesta de la Comisión se basa en un rediseño fundamental del presupuesto de la UE, que busca ser más racional, flexible e impactante. Entre sus principales características destacan:

  • Mayor flexibilidad: Para una reacción rápida ante circunstancias imprevistas y nuevas prioridades.
  • Programas más sencillos: Facilitando el acceso a oportunidades de financiación para ciudadanos y empresas.
  • Adaptación a necesidades locales: A través de planes de asociación nacionales y regionales que optimicen el impacto de las inversiones.
  • Impulso a la competitividad: Para asegurar cadenas de suministro, expandir la innovación y liderar tecnologías limpias e inteligentes.
  • Nuevos recursos propios: Un paquete equilibrado para garantizar ingresos estables (estimados en 58.500 millones de euros anuales), aliviando la presión sobre los presupuestos nacionales.

El nuevo presupuesto integrará los fondos de la UE gestionados por los Estados miembros y las regiones bajo una estrategia coherente de cohesión y política agrícola. Se implementará mediante planes de asociación únicos por Estado miembro, que fomentarán la convergencia, reducirán disparidades regionales y apoyarán el empleo de calidad, las capacidades y la inclusión social. Un 14% de las asignaciones nacionales se destinará a reformas e inversiones para mejorar las capacidades y luchar contra la pobreza. El respeto al Estado de Derecho seguirá siendo incondicional, con nuevas salvaguardias y mayor transparencia en el control de beneficiarios.

Se intensificará la inversión en capacidades a través de un programa Erasmus+ reforzado, columna vertebral de la Unión de Capacidades. Un robusto programa AgoraEU promoverá valores democráticos, diversidad cultural y libertad de medios.

Para impulsar la prosperidad, se creará un nuevo Fondo Europeo de Competitividad dotado con 409.000 millones de euros, que invertirá en tecnologías estratégicas clave (transición limpia, digital, salud, biotecnología, agricultura, bioeconomía, defensa y espacio), con una única puerta de entrada para solicitantes y un fuerte efecto catalizador de la inversión privada. Paralelamente, Horizonte Europa, con 175.000 millones de euros, seguirá financiando la investigación e innovación de categoría mundial.

El MFP dotará a Europa de herramientas más eficientes para responder a perturbaciones y fortalecer la resiliencia. Se propone un nuevo mecanismo de crisis específico de casi 400.000 millones de euros en préstamos a los Estados miembros. La Reserva Agrícola apoyará a los agricultores, y se reforzarán la Protección Civil y la preparación ante emergencias sanitarias.

En materia de seguridad, se construirá una Unión Europea de Defensa. La ventana de defensa y espacio del Fondo Europeo de Competitividad asignará 131.000 millones de euros (quintuplicando la financiación anterior) para inversión en defensa, seguridad y espacio. La movilidad militar se multiplicará por diez a través del Mecanismo «Conectar Europa», que también financiará proyectos transfronterizos de energía y transporte. La gestión de la migración, el refuerzo de las fronteras exteriores y la seguridad interior recibirán 74.000 millones de euros, triplicando la financiación del MFP anterior.

Una Europa más fuerte en el mundo

El nuevo marco financiero refuerza la acción exterior con un enfoque estratégico y basado en valores. Un instrumento «Europa Global», de 200.000 millones de euros, maximizará el impacto sobre el terreno y apoyará a los países candidatos a la adhesión, con una reserva de 15.000 millones para crisis emergentes. Para el apoyo a Ucrania, se podrán movilizar 100.000 millones de euros durante el periodo 2028-2034, con flexibilidad dada la imprevisibilidad de sus necesidades. La Política Exterior y de Seguridad Común recibirá 3.400 millones de euros para promover la paz y la democracia.

Para financiar estas prioridades y aliviar las contribuciones nacionales, la Comisión propone cinco nuevos recursos propios que generarán un total de aproximadamente 58.500 millones de euros anuales:

  • Régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE): ~9.600 millones EUR/año.
  • Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (MAFC): ~1.400 millones EUR/año.
  • Residuo electrónico no recogido: ~15.000 millones EUR/año.
  • Impuesto especial sobre el tabaco: ~11.200 millones EUR/año.
  • Recurso corporativo para Europa (CORE): Una contribución anual de grandes empresas (>100M EUR facturación), generando ~6.800 millones EUR/año.

La propuesta será debatida por los Estados miembros en el Consejo, donde la adopción del Reglamento MFP requiere unanimidad y la aprobación del Parlamento Europeo. Los nuevos recursos propios también requieren unanimidad en el Consejo y la ratificación de los Estados miembros. La Comisión ha expresado su compromiso de apoyar un acuerdo rápido.

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