Vaya por delante el reconocimiento de que el Plan Edificant, ese ideado por la Generalitat de Puig-Oltrá para mejorar las condiciones educativas, hasta ahora en la ciudad de Valencia ha sido un fracaso. El motivo: el tedioso viaje burocrático y administrativo para que el consistorio local tuviera la potestad para licitar las obras. Han sido 8 años de idas y venidas del ayuntamiento a la Generalitat y viceversa, pero hasta ahora poco o nada.
En marzo de 2003 empezaban las obras de uno de sus proyectos estrella, el del CEIP Malilla que debe sustituir a los bajos del colegio municipal Fernando de los Ríos, uno de los tres de titularidad municipal, mientras el IES de Patraix sigue en el sueño de los justos porque la licitación quedó desierta. Vaya peregrinar educativo.
Con todo oposición y equipo de gobierno se enzarzan habitualmente en sí uno ha hecho más que el otro. Cierto es que los anteriores, los del Rialto y con Compromís como responsable de estos proyectos ejecutados desde Servicios Centrales Técnicos, poco han podido hacer ante la dilación en obtener el visto bueno, pero ahora más bien creo que ambos deberían hacer piña y pensar que el próximo 8 de septiembre los niños de Malilla seguirán en plantas bajas y ni en Patraix ni en La Punta habrá instituto. El de Malilla debía terminar en noviembre de 2024 pero ahora acumula un sobrecoste de 3,5 millones de euros.
Por cierto, el único centro terminado del Edificant es el CEIP Carles Salvador. Dos con proyecto aprobado, pero sin licitarse, uno con las obras en licitaciónn, CEIP Santo Ángel de la Guarda, y otro ultimándose los pliegos para convocar la licitación de las obras, el CEIP San José de Calasanz. No estoy seguro con estos mimbres el planecito esté terminado para mayo de 2027. Todo se andará, pero espero y deseo acudir en septiembre de 2026 al CEIP de Malilla y dejar de ver a alumnos y profesores en plantas bajas en este avanzado siglo XXI. Seguro que el Rey Jaume I, de quien conmemoramos el 750 aniversario de su muerte, pondría las cosas en su sitio.
Y ahora todos a remar para terminar las obras y pensar más en la población educativa, más en los niños y jóvenes. Señora Climent pegue una acelerón y hable con Olano para dar un impulso a la licitación y señora Notario esté vigilante pero acuérdese que la doña burocracia les jodió y mucho en estos años pasados o quizás desde la Generalitat no le dieron la rapidez merecida.
A por cierto, a mi estimado presidente del Consell Valencia de Cultura, José María Lozano, le comentó que algo sobre la Infancia le escribiré y a la alcaldesa saber si los Bomberos disponen de un plan de actuación en la Catedral por eso de que cuando tus barbas veas quemar, por lo de la Mezquita-Catedral, miré a ver como nada nuestra Seo.



