El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el próximo martes el Consejo de Ministros declarará zona catastrófica las áreas de Extremadura afectadas por el incendio de Jarilla. Esta medida busca asegurar el compromiso del Ejecutivo central con la reconstrucción, una vez que el fuego, que ha arrasado 15.500 hectáreas, sea extinguido.
Sánchez ha hecho este anuncio durante su visita al Puesto de Mando Avanzado del incendio en Extremadura, donde estuvo acompañado por la presidenta autonómica, María Guardiola. El encuentro se produce en un momento de tensión política, con el Partido Popular (PP) liderando críticas a la gestión del Gobierno en la peor oleada de incendios del país desde los años noventa.
Aunque la presidenta Guardiola ha mantenido un discurso crítico en los últimos días, su tono se moderó durante la comparecencia con Sánchez. Guardiola ha reconocido que, si bien no todos los medios solicitados el viernes llegaron, los recursos disponibles están siendo utilizados. Además, ha agradecido la labor de la Unidad Militar de Emergencias (UME), el Ejército, la Armada y las brigadas forestales, así como el apoyo de bomberos de otras comunidades autónomas como Andalucía, Cataluña y Madrid.
A pesar de la aparente cordialidad, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha mantenido una postura crítica. En redes sociales, acusó a Sánchez de «escatimar» ayuda y de improvisar, exigiendo la movilización de más recursos. En respuesta, Sánchez ha pedido «lealtad institucional» y ha recordado que las competencias de extinción y prevención de incendios recaen en las comunidades autónomas. La Moncloa interpreta la estrategia del PP como un intento de desviar la atención de la gestión autonómica.
El presidente Sánchez ha insistido en su propuesta de un pacto de Estado frente a la emergencia climática. Sánchez ha anunciado que, a principios de septiembre, convocará a la comunidad científica, empresarios, sindicatos, instituciones locales y a la sociedad en general para abordar esta crisis. Esta iniciativa se presenta como una respuesta a la ola de calor de 16 días que ha sufrido España, la más larga registrada hasta la fecha.



