El regreso a los centros de trabajo y a las aulas próximamente marca desde este lunes 1 de septiembre la “vuelta a la ciudad” en las principales urbes de la Comunitat Valenciana, con una sensación agridulce entre comerciantes y hosteleros urbanos: agosto ha dejado calles más tranquilas y consumo contenido en Valencia, Alicante y Castelló, mientras los destinos de sol y playa han sostenido la temporada con altas ocupaciones.
En el litoral, la patronal hotelera HOSBEC sitúa la ocupación de la primera quincena de agosto entre el 88% y el 93%, con Benidorm rozando el 92,7%, por encima de 2024. La Generalitat también valora el verano con una media superior al 88% en la Comunitat.
En cambio, los indicadores urbanos muestran más cautela. Valencia ciudad cerró el primer semestre con –5,8% de pernoctaciones hoteleras respecto a 2024 (efecto arrastre de la Dana), y el propio sector anticipó para la segunda quincena de agosto cifras buenas pero “más contenidas” que en años previos. A nivel nacional, el INE confirma una moderación: en julio las pernoctaciones hoteleras crecieron un 1,8% interanual y el comercio minorista también enfrió su ritmo.
A su vez, el contexto climático también ha pesado ya que agosto ha sido uno de los más cálidos en la serie de Aemet, con una ola de calor entre el 3 y el 18 que desincentivó planes urbanos y favoreció la costa.
Por provincias, Castellón rozó el 89% de ocupación en la primera quincena de agosto (con predominio de turismo nacional), mientras que Alicante y su capital mantuvieron registros >90% en fechas punta. En la ciudad de València, la demanda internacional tiró del verano, aunque el tráfico urbano y el comercio detallista ofrecieron un pulso más moderado que el de los destinos vacacionales.
De cara a septiembre, el sector confía en una prórroga del turismo urbano por congresos, escapadas y mejores temperaturas, apoyado en la conectividad aérea —València volvió a superar un millón de pasajeros en julio—, aunque los analistas avisan de un ciclo de crecimiento más “sostenible” y menos exuberante del gasto turístico.



