La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, manifestó recientemente su indignación por el ataque con misiles y drones que afectó a la oficina de la Unión Europea en Kiev, en lo que describió como el asalto más mortífero contra la capital ucraniana desde el mes de julio. En una declaración publicada en la página web de la institución comunitaria, Von der Leyen se refirió al ataque como un «sombrío recordatorio de lo que está en juego» y subrayó que la agresión del Kremlin no se detendría ante nada para aterrorizar a la población civil de Ucrania.
La líder europea explicó que dos misiles impactaron a solo 50 metros de la misión diplomática en un lapso de 20 segundos. Afortunadamente, se mostró aliviada al confirmar que ningún miembro del personal de la delegación había resultado herido. El ataque, según afirmó, no solo se dirigió contra Ucrania, sino que también fue una agresión directa a la propia Unión Europea.
En respuesta a la escalada, Von der Leyen anunció que la UE mantendría la «máxima presión» sobre Rusia. En este sentido, aseguró que se endurecería el régimen de sanciones y adelantó la inminente presentación de un 19º paquete de medidas contundentes. Paralelamente, confirmó que los esfuerzos para utilizar los activos rusos congelados en la defensa y reconstrucción de Ucrania estaban avanzando, reafirmando el apoyo «fuerte e inquebrantable» a su futuro miembro.
Von der Leyen informó que había viajado a los siete Estados miembros fronterizos con Rusia y Bielorrusia para expresar la plena solidaridad de la UE. Además, mencionó que su viaje tenía como objetivo compartir los progresos en la construcción de una industria de defensa europea robusta. Finalmente, agradeció al personal de la delegación en Ucrania por su «trabajo sobresaliente en condiciones extremadamente difíciles» y prometió entregarles ese mensaje en persona en su próximo viaje a Kiev.
