La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado en el Congreso de los Diputados que el Gobierno no beneficia a unos territorios frente a otros con la condonación de la deuda. Sin embargo, un análisis del Anteproyecto de Ley aprobado el 2 de septiembre en el Consejo de Ministros revela que la Comunidad Valenciana no es la más beneficiada, como ha afirmado la ministra.
El plan de condonación de la deuda se divide en tres fases, y es en la tercera donde la Comunidad Valenciana sale peor parada. En la primera, se condona el 75% de la deuda en base a la población ajustada, dejando a la región valenciana con 6.717 millones de euros, una cifra muy inferior a los más de 10.000 millones de Cataluña y los más de 11.000 millones de Andalucía.
La segunda fase ajusta el porcentaje para que todas las autonomías se acerquen a la media, lo que concede a la Comunidad Valenciana un extra de 4.493 millones, alcanzando un total de 11.200 millones y escalando a la primera posición. Sin embargo, el «golpe de injusticia», según los críticos, llega en la tercera y última fase.
El tercer apartado, calificado de «puramente ideológico», premia a las comunidades afines a los ideales del Gobierno y castiga a aquellas que han reducido impuestos. A pesar de ser la comunidad con la peor infrafinanciación estructural, la Comunidad Valenciana queda fuera de este tramo por haber rebajado el IRPF y los impuestos de sucesiones y donaciones, una medida impulsada por el Consell de Carlos Mazón.
La penalización en esta fase hace que la Comunidad Valenciana no sume ni un euro más, mientras que territorios como Castilla-La Mancha o Andalucía sí se benefician. Como resultado global, la condonación total para Cataluña es de 17.104 millones de euros y para Andalucía de 18.791 millones, mientras que la de la Comunidad Valenciana se queda en la tercera posición con 11.210 millones.



