El ingeniero de caminos, canales y puertos Andrés Romera ha advertido de la necesidad urgente de repensar la planificación territorial y urbanística tras las consecuencias que dejó la DANA, subrayando que no se pueden repetir los mismos errores.
“La Dana nos ha dejado unas consecuencias que no debemos dejar pasar y ahora hay que replantear la situación con las avenidas de temporales de los próximos 500 años, que nos darán unas zonas de inundaciones para no construir bajo este riesgo”, señaló el especialista, insistiendo en la importancia de identificar áreas vulnerables para evitar edificaciones en zonas de peligro.
Romera reconoció que esta estrategia supondría un coste elevado, tanto económico como social, ya que implicaría la reubicación de familias y de polígonos empresariales asentados en terrenos de riesgo. “El coste sería económico, pero también de tiempo, porque supondría la recolocación de muchas familias y muchos polígonos empresariales que están situados en espacios complicados. Ahora bien, esto afectaría a muchos puntos de España”, apuntó.
El ingeniero también criticó la falta de actuaciones preventivas en los cauces y barrancos que podrían desbordarse. “Ha pasado un año y no se ha hecho ninguna obra de prevención en esos barrancos que se pueden desbordar, pero es que tampoco se ha hecho una formación adecuada para todas esas personas que necesitan saber cómo actuar ante temporales cada vez más frecuentes”, denunció.
Asimismo, Romera puso el foco en la necesidad de modificar los modelos constructivos, especialmente en relación con las infraestructuras subterráneas. “Se ha demostrado también que la forma de construir se debe modificar, porque los garajes fueron auténticas ratoneras, pero también muchos parkings no estaban en altura, y todo ello debe ser revisado”, concluyó.
