La furia del temporal se ha sentido con una intensidad histórica en La Safor y La Ribera. La Alerta Roja cumplió las peores previsiones dejando un reguero de caos e inundaciones localizadas—la zona forestal de la Caldereta de Gandia ha registrado el máximo de lluvia acumulada del episodio—con 224 litros por metro cuadrado en solo ocho horas.
Muy cerca de allí en Barx también se superaron los doscientos litros en varias estaciones—La Safor experimentó episodios de precipitación torrencial que causaron cortes de calles y caminos en Gandia Oliva y sus zonas de playa—la lluvia fue tan intensa que las autoridades recomendaron no salir de casa.
La intensidad llegó a ser una barbaridad—en Monterrey entre Palma de Gandia y el Real de Gandia se acumularon 104 litros por metro cuadrado en tan solo 40 minutos—una cifra que sorprendentemente no generó incidencias destacables—afortunadamente la lluvia cesó por completo a primera hora de la tarde e incluso salió el sol—lo que permitió a los equipos achicar agua de bajos inundados en la playa de Gandia y en viviendas de Xeresa.
El tráfico se vio afectado—numerosos conductores optaron por apartarse a los arcenes durante los picos torrenciales—solo se tiene constancia de un accidente por salida de vía en el término de Gandia sin heridos.
Ribera Alta y Baixa
La Ribera Alta y la Ribera Baixa han pasado de una mañana de aparente calma a un caos desatado por la tarde—cumpliéndose los peores temores de los ayuntamientos—calles completamente inundadas numerosas averías eléctricas y el corte de caminos resumen la jornada bajo Alerta Roja.
El temporal trajo fenómenos extremos—incluyendo la formación de una manga marina en el Mareny de Sueca y un reventón húmedo en el Mareny de Barraquetes—donde el viento alcanzó rachas de 113 kilómetros por hora—el alcalde Jordi Sanjaime afirmó que «la situación se ha descontrolado en cuestión de minutos»—y los daños seguían valorándose al cierre de esta edición.
Las capitales comarcales han registrado la mayor furia del temporal en muy pocas horas—Alzira capital de la Ribera Alta acumuló hasta 75 litros por metro cuadrado en una hora en la estación de l’Alquenència—y 28,8 l/m² cayeron en La Casella en diez minutos—el consistorio tuvo que cerrar una decena de calles especialmente en torno al parque de l’Alquenència y cortar media docena de caminos y carreteras.
Sueca no fue menos—sus calles se llenaron de agua en minutos—la estación Tancat Estell recogió 66 l/m² en solo 35 minutos y acumuló 92 litros en menos de una hora—las precipitaciones provocaron múltiples averías eléctricas y la formación de la manga marina antes mencionada.
Imágenes de impacto
La violencia del agua también golpeó Cullera—donde los embalsamientos afectaron varias calles—una de las imágenes más impactantes se produjo cerca de la calle Valencia—allí grandes cantidades de agua procedentes de la montaña arrastraron vehículos y piedras a las zonas bajas—los operarios trabajan desde el primer momento para recuperar la normalidad.
Algemesí epicentro de la trágica dana de hace once meses también sufrió inundaciones—los puntos de medición registraron 30 litros por metro cuadrado en poco más de diez minutos—provocando embalsamientos por el estado del alcantarillado—la imagen del agua de color marrón recordó a los vecinos el desbordamiento del río Magro del año pasado—aunque esta vez el color se debía a la arena de la Semana Taurina que había finalizado el domingo.
Muchos vecinos de Algemesí protegieron sus viviendas con barreras y sacos de arena—las brigadas municipales y la Policía Local recorrieron la localidad para descongestionar las zonas más sensibles.
El temporal tuvo un impacto económico directo—el área industrial y los comercios cerraron durante la jornada de hoy para evitar desplazamientos innecesarios—solo el 10 % de las empresas del polígono de Cotes abrieron sus puertas.



