La UE eleva el arancel al acero hasta el 50% para frenar las importaciones de China e India

La Comisión Europea (CE) ha decidido endurecer drásticamente su estrategia de defensa comercial para proteger a la industria siderúrgica del continente. Ante el persistente exceso de capacidad global, impulsado principalmente por los subsidios estatales de China, Bruselas propondrá reducir a la mitad la cuota de importaciones de acero libres de aranceles y elevar el gravamen aplicado a partir de ese límite hasta un contundente 50%.

La iniciativa, adoptada hoy por el Colegio de Comisarios, busca proporcionar un «auténtico salvavidas» a las plantas europeas, que actualmente operan a tan solo un 67% de su capacidad instalada y ven su cuota de mercado global reducida al 8%. La nueva salvaguarda comercial sustituirá a la actual a partir del 30 de junio de 2026 y se presenta como una respuesta directa a la competencia desleal de terceros países, especialmente China e India. A pesar de que la tarifa actual del 25% logró reducir las importaciones en un 15% desde abril, el Ejecutivo comunitario considera que este freno es insuficiente para paliar una situación que podría ser «fatal» para la industria europea.

El vicepresidente de la CE para Industria, Stéphane Séjourné, justificó la drástica medida, que calificó de esencial para «salvar las plantas acereras y empleos europeos». Séjourné explicó que las fábricas europeas compiten con desventaja en un mercado global: mientras el acero europeo se vende a 500 o 600 euros por tonelada, China puede vender la misma cantidad a un precio de 200 a 300 euros gracias a las subvenciones estatales.

Lucha contra el fraude y la soberanía

Para evitar que los aranceles sean eludidos, la CE exigirá una mayor transparencia. Los importadores estarán obligados a informar del país donde se produjo la primera fundición y vertido del acero, una medida diseñada para evitar que el origen se disimule tras una pequeña transformación en un tercer país.

Séjourné enfatizó que el acero es una cuestión de «soberanía nacional», y que sin él, otras industrias clave, como la del automóvil o la defensa, no podrían funcionar. Los mayores proveedores de acero a la UE, que se verán más afectados por el endurecimiento arancelario, incluyen a Turquía, India, Corea del Sur, Vietnam, China, Japón y el Reino Unido.

La patronal europea del acero, Eurofer, celebró la propuesta con entusiasmo, instando a la Eurocámara y a los Estados miembros a aprobarla con «urgencia». Según el director general de Eurofer, Axel Eggert, el objetivo principal es permitir que las plantas europeas «operen de nuevo en niveles de utilización viables, del 80-85%«, lejos del 67% actual que provoca cierres y despidos. Eurofer valoró que la medida se ajuste a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) al establecer un sistema de cuotas «justas».

La Comisión espera además que esta contundente medida impulse a Estados Unidos a negociar, ya que el arancel del 50% impuesto por Washington al acero europeo podría desviar aún más importaciones de terceros países hacia el mercado comunitario.

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