El CEO del Think Tank I-Deas, Albert Brand, ha cuestionado la gestión de determinadas ayudas públicas concedidas a grandes compañías y ha defendido la necesidad de un mayor control sobre el uso de los fondos destinados a incentivar la actividad industrial. Según ha explicado, mientras países como China se centran en atraer inversión productiva sin depender de subvenciones, en Europa y España persiste una cultura de apoyo económico sin la exigencia de resultados reales o compromisos firmes.
Brand ha puesto como ejemplo el caso del espacio ocupado por la planta de Ford, un terreno que en su momento fue expropiado a particulares con el fin de generar empleo y dinamizar la economía local. Sin embargo, ha criticado que actualmente se esté “tratando de hacer negocio de verdad sin comprometerse con la administración”, pese al importante volumen de dinero público recibido. En este sentido, ha reclamado que las instituciones comiencen a exigir la devolución de las subvenciones cuando las empresas no cumplan los objetivos de creación y mantenimiento de puestos de trabajo, insistiendo en que “el compromiso debe ser real y verificable”.
En el ámbito medioambiental, el economista ha defendido que los puertos españoles han avanzado notablemente en sostenibilidad, logrando mantener la calidad de sus aguas y reducir las emisiones gracias a una mejor gestión del tiempo de estancia de los buques. No obstante, ha subrayado que el siguiente paso pasa por adaptar tanto las infraestructuras como las embarcaciones a las nuevas fuentes de energía limpia, con el objetivo de consolidar una transición energética efectiva y sostenible.
Albert Brand ha concluido que el verdadero progreso económico debe basarse en la inversión responsable, la eficiencia y la innovación, y no únicamente en la dependencia de fondos públicos. A su juicio, la combinación de inversión privada sólida y políticas públicas exigentes es la única vía para garantizar un modelo de crecimiento sostenible y competitivo a largo plazo.



