El Consejo de Ministros ha aprobado la Estrategia España Turismo 2030, un ambicioso plan que sitúa a la principal industria del país en el centro de la agenda política, pero con un giro fundamental: por primera vez, los residentes se consideran los destinatarios prioritarios de las políticas turísticas. El compromiso del Gobierno con esta transformación se materializa en la aprobación de un Plan transversal con cinco programas, 50 medidas y 148 acciones concretas que implican a varios Ministerios y Organismos, reactivando la Comisión Interministerial de Turismo para su aplicación.
Para conciliar el éxito turístico con la convivencia local, la Estrategia incluye la creación de un Observatorio de la Vivienda Turística. Su misión será elaborar un atlas de intensidad turística que permitirá gestionar mejor el impacto de los viajeros y armonizar el uso del espacio público con la vida de las comunidades anfitrionas.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, destacó que la Estrategia «supone un compromiso del Gobierno de España para situar a la principal industria del país, el turismo, en el centro de su agenda política», concibiéndolo como una actividad «responsable y redistributiva, que genere oportunidades y preserve la cohesión e identidad de los territorios”.
Sostenibilidad triple y 15 metas comunes
La Estrategia es fruto de una reflexión colectiva que involucró a más de doscientas entidades públicas y privadas, así como a todos los actores del ecosistema turístico. Su visión se orienta bajo dos principios clave:
- Personas en el centro: Priorizando a los residentes como beneficiarios.
- Triple Sostenibilidad: Abordando el modelo desde sus vertientes económica, social y medioambiental.
De este consenso nacen 15 metas comunes articuladas alrededor de cinco ámbitos de acción (destinos, empresas, trabajadores, residentes y turistas). Entre ellas se incluyen medidas para fomentar un turismo «verde y azul» que proteja la biodiversidad, la aprobación de un Pacto por el Bienestar Laboral para el sector y acciones de marketing responsable para atraer a un turista más consciente.
Este ambicioso marco, que da cumplimiento a uno de los compromisos del Plan de Modernización y Competitividad post-pandemia, se alinea con el consenso internacional y las directrices de la Agenda 2030 y la Declaración de Palma. El objetivo es claro: gobernar el éxito actual del turismo español hacia un futuro más equilibrado e inclusivo.
Las 15 metas de la Estrategia se relacionan con:
- Personas que crean destinos: fortalecer la gestión turística, promover la gobernanza colaborativa e impulsar un turismo verde y azul que reduzca emisiones, proteja la biodiversidad y utilice de forma responsable los recursos naturales y costeros. Tres metas: transformar los destinos turísticos españoles, potenciar la gobernanza colaborativa y fomentar el turismo verde y de interior.
- Personas que crean trabajo: fomentar la innovación y la digitalización como motor de competitividad, apoyando a empresas responsables que integren criterios sostenibles y practiquen una economía circular basada en la eficiencia, la reducción de residuos y el consumo local. Tres metas: innovación competitiva, empresas responsables y economía circular.
- Personas que trabajan en el turismo: situarlas en el centro del modelo mediante formación continua, mejora de las condiciones laborales e inclusión, garantizando empleos dignos y sostenibles en el marco de la doble transición verde y digital. Tres metas: talento, equidad laboral y doble transición y empleo turístico.
- Residentes: reforzar la cohesión social, equilibrar el uso del espacio público y proteger la cultura local para armonizar la actividad turística con la vida de las comunidades anfitrionas. En este punto se crea un Observatorio de la Vivienda Turística para elaborar un atlas de intensidad turística, con el objetivo de conciliar mejor turismo y convivencia con los residentes. Tres metas: cohesión social, cultura vida y patrimonio cultural y compromiso medioambiental.
- Turistas: promover un marketing responsable que posicione a España como destino sostenible, sensibilice a los viajeros y fomente comportamientos respetuosos con el entorno. Tres metas: Marketing responsable, sensibilización social y concienciación medioambiental.



