La empresa Cucare Diagnostics, una spin off de la Universitat de València, se ha consolidado como referente en el diagnóstico molecular de insectos, una línea de trabajo que busca prevenir enfermedades y minimizar el impacto de las plagas en la agricultura. Su labor se centra en detectar patologías que puedan afectar a las colonias y ofrecer soluciones que eviten daños mayores en el sector agroalimentario, donde los insectos desempeñan un papel económico mucho más relevante de lo que suele imaginarse.
La compañía nace de un grupo de investigación con más de tres décadas de experiencia en el estudio del comportamiento de los insectos y su relación con factores ambientales y el uso de insecticidas. A partir de ese conocimiento científico, Cucare Diagnostics ha desarrollado tecnologías aplicadas que permiten entender cómo responder de forma más sostenible y eficaz ante las amenazas que afectan a las poblaciones de insectos.
Entre sus objetivos se encuentra ayudar a los agricultores a actuar con mayor seguridad frente a las plagas, promoviendo el uso responsable de productos fitosanitarios que no perjudiquen a los insectos beneficiosos ni alteren el equilibrio del ecosistema. La empresa también alerta sobre el incremento de plagas invasoras procedentes de terceros países —como Sudáfrica— que llegan a través del comercio internacional y se adaptan fácilmente a los entornos locales, generando graves problemas en las producciones agrícolas. Ante ello, Cucare Diagnostics trabaja en planes de choque preventivos que permitan anticiparse al impacto económico y medioambiental de estas especies.
La directora de la empresa, Anabel Millán, defiende que la inversión en innovación es una apuesta directa por la economía del futuro, tanto en el ámbito público como en el privado, y que el crecimiento del país dependerá en gran medida de las decisiones que se tomen ahora en materia de investigación aplicada. Asimismo, subraya la importancia de financiar los proyectos en sus etapas iniciales, ya que sin ese apoyo el conocimiento generado podría acabar desarrollándose en otros países.



