Cuándo y dónde puedes disfrutar de la lectura del Cantar de Mio Cid en Valencia

La Hermandad de Muy Ilustres Caballeros Hijosdalgo del Río Ubierna e Infanzones de Vivar del Cid, en su delegación valenciana, celebrará este fin de semana, los días 24, 25 y 26 de octubre, una serie de actos públicos y solemnes en Valencia, en conmemoración de su tradición histórica y devocional. Estos eventos, que reúnen a miembros de la Hermandad y sus Mesnadas y en algunos actos también al público interesado, destacan por su arraigo cultural y espiritual, con énfasis en la herencia cidiana y la incorporación de nuevos integrantes a la orden en las investiduras solemnes de damas y caballeros que tendrán lugar el domingo.

El programa de actividades comienza el viernes 24 de octubre, a las 19:30 horas, en el Casino de Agricultura, con la conferencia titulada Historia del nombre Valencia del Cid, a cargo del erudito J.F. Ballester-Olmos. El sábado 25 de octubre arranca a las 10:00 horas en la Basílica de la Virgen de los Desamparados, donde se realizará una ofrenda floral a la Mare de Deu y un recuerdo al cardenal Benlloch, favorecedor de las relaciones cidianas entre las tierras de Burgos y las valencianas. A continuación, a partir de las 11:15 horas, en el Convento de Santo Domingo de la ciudad, tendrá lugar un acto central de la jornada: la lectura pública continuada del Cantar de Mio Cid, un homenaje emblemático a la épica medieval española que se prolongará hasta las 14:15 horas, con un receso para reanudarse a las 17:00 horas.

Esta lectura, realizada por autoridades, representantes de la sociedad valenciana y miembros de la Hermandad, subraya el vínculo histórico entre la orden y la figura del Cid Campeador, además de poner en valor la joya literaria de este cantar de gesta. El domingo 26 de octubre culminará las celebraciones con la investidura de nuevos Caballeros y Damas de Honor y Devoción, un momento de gran solemnidad que incorpora a nuevos miembros a la Ilustre Hermandad, preservando así su legado caballeresco y devoto. Tendrá lugar en la Parroquia Castrense de Santo Domingo.

Un poco de Historia

Un nuevo libro arroja luz sobre los orígenes y la perdurable historia de la Hermandad de Hijosdalgo de la Jurisdicción de Río Ubierna, una asociación que no solo se remonta a la Edad Media, sino que sigue viva en la actualidad. La obra detalla cómo esta Hermandad fue mucho más que una simple agrupación social, actuando como una unidad de gobierno, administración de justicia y recaudación fiscal en el territorio de la Merindad de Río Ubierna.

Aunque se podría asociar con la época de Rodrigo Díaz de Vivar, el libro sitúa los orígenes territoriales de la Jurisdicción en el año 884. Fue en esa fecha cuando el conde de Castilla, Diego Rodríguez, bajo mandato de Alfonso III de León, ordenó levantar las fortalezas de Ubierna y Burgos e iniciar la repoblación de sus comarcas.

La Hermandad de Hijosdalgo, que agrupaba a caballeros y escuderos hijosdalgos de las villas y lugares de la jurisdicción, nació con el propósito de acreditar y defender la condición de hidalguía de sus miembros. La constitución de esta Hermandad se sitúa probablemente durante el mandato del conde de Castilla, García Fernández (970-995). Este conde concedió el estatuto jurídico de infanzones o hijosdalgos a aquellos castellanos que acudían a la defensa del territorio frente a las temidas campañas de Almanzor, dando lugar al nacimiento de esta, y muchas otras, Hermandades castellanas.

La continuidad de la asociación, según la información publicada en la página web de la Hermandad, se atestigua gracias a un Códice que, milagrosamente, ha sobrevivido hasta nuestros días. Este manuscrito recopila los acuerdos y las decisiones de la milenaria Hermandad desde el año 1578 hasta 1835. El autor de la portada del Códice ya afirmaba en su tiempo que la Hermandad tenía más de doscientos años de existencia, lo que sugiere un largo periodo inicial de acuerdos orales antes de la necesidad de fijarlos por escrito.

El libro aborda la historia más reciente de la asociación, señalando su refundación alrededor de 1950. Aunque los fines materiales que justificaron la constitución de la Hermandad milenaria terminaron por desaparecer, los fundadores vieron la «necesidad e interés de mantener vigente el espíritu de aquellos castellanos recios».

Esta reorientación de sus fines, que hoy se recogen en sus Estatutos, permite que el legado de la Hermandad de Hijosdalgo de Río Ubierna perdure, manteniendo vivo el espíritu de la tradición castellana y su compromiso con la identidad del territorio.

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