La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, elevó el tono de su presión sobre el Gobierno de Pedro Sánchez, al advertirle que «quizás debería dejar de hablar de cambios horarios y empezar a hablar de la hora del cambio«. Esta frase, pronunciada durante la sesión de control, resonó con solemnidad en el hemiciclo, forzando a todo el espectro político a intentar descifrar si se trata de un ultimátum real o de la enésima advertencia de los de Carles Puigdemont.
Fuentes de Junts aseguran que el mensaje va «en serio» y que «nunca antes habíamos hablado de cambio», indicando que la «prórroga no durará toda la legislatura». El partido independentista catalán denuncia que la legislatura está en «vía muerta» ante el incumplimiento de «ni uno solo de los compromisos adquiridos por el PSOE». Su advertencia es clara: «O cambian ellos en la forma de hacer política, o cambiamos nosotros».
Lo que distingue esta advertencia de las anteriores es el cambio en el foco de sus exigencias. Por primera vez, Junts no centra sus demandas en la aplicación de la amnistía a Puigdemont o en la oficialidad del catalán en la UE. En su lugar, las demandas más urgentes se han desplazado hacia iniciativas de «multirreincidencia, inquiokupación» y la delegación de competencias migratorias a la Generalitat. Este giro coloca a Junts en una dura competencia electoral con formaciones de la ultraderecha catalana.
El tono de la intervención de Nogueras fue indistinguible del de formaciones de oposición como el PP y Vox, con ataques explícitos a la gestión económica y social. La portavoz cargó contra el Gobierno, asegurando que «mucha gente está hasta las narices de no llegar a fin de mes» mientras sus impuestos se destinan a «pagar rescates de la flotilla, la financiación ilegal de partidos, la prostitución, las fiestas o la financiación de medios de comunicación».
¿Moción de censura?
Pese a la gravedad de la amenaza de «cambio», el único volantazo real que tienen los siete diputados de Junts para desalojar a Sánchez pasaría por unir sus votos a los del PP y Vox en una moción de censura. Preguntados al respecto, fuentes parlamentarias independentistas rebajan la tensión: «Aún no estamos en eso», aunque insisten en que hay que seguir «la línea de puntos de lo que venimos denunciando».
En el Gobierno, por su parte, prefieren minimizar la trascendencia del mensaje de Nogueras, calificándolo como «una frase hecha» y un «juego de palabras al que no le damos mayor dramatismo», aunque reconocen que el grupo ha logrado «colar su frase en el telediario».



