La Unión Europea ha sufrido un revés significativo en su intento de proporcionar un «salvavidas financiero» urgente a Ucrania. A pesar de la necesidad de Kiev de un gran préstamo antes de la próxima primavera, los líderes de la UE (con la excepción de Hungría) no lograron consensuar en la cumbre de Bruselas el plan para utilizar 140.000 millones de euros provenientes de los activos soberanos rusos congelados.
El principal obstáculo fue Bélgica, país donde se encuentra la entidad Euroclear, que custodia la mayor parte de los 180.000 millones de euros de fondos rusos inmovilizados. El primer ministro belga, Bart de Wever, exigió «garantías blindadas» y la «mutualización completa del riesgo» por parte de todos los Estados miembros. «Si el dinero tiene que ser devuelto, cada Estado miembro contribuirá. Las consecuencias no pueden ser solo para Bélgica», sentenció, logrando que la mención directa al uso de los fondos desapareciera de las conclusiones finales.
Este fracaso significa que el ambicioso plan de la Comisión Europea ha perdido impulso. Bruselas proponía entregar la mayor parte de ese dinero a Kiev mediante un préstamo a interés cero (no basado solo en los rendimientos, sino en los activos mismos), estructurado como un “préstamo de reparación” financiado con los saldos de caja de Euroclear.
45.000 millones al año
La urgencia del plan se sustenta en que la Comisión había calculado que este mecanismo podría generar unos 45.000 millones de euros anuales entre 2026 y 2028, una vía crucial dada la dificultad de financiar las ingentes necesidades de Ucrania hasta que el nuevo presupuesto plurianual de la UE entre en vigor.
Aunque la fórmula no está descartada, los jefes de Estado y de Gobierno se limitaron a instar a la Comisión a presentar lo antes posible «opciones de apoyo financiero» alternativas, reconociendo que se necesita mucho más trabajo jurídico para superar las reticencias belgas y de otros países que también exigen compartir la responsabilidad conjunta con aliados como el G7.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, confirmó el compromiso de la UE en abordar las apremiantes necesidades militares y de defensa de Ucrania, aunque las conclusiones de la cumbre no incluyeran mención directa a la entrega de los fondos congelados. El debate sobre la fórmula de financiación se retomará en el Consejo de diciembre.
Imagen: primer ministro belga, Bart de Wever.



