La asociación valencianista Libertad VCF ha intensificado su ofensiva contra la gestión de Peter Lim al presentar en una ponencia los detalles de su propuesta para reformar y ampliar el actual Mestalla, mientras advierte que el traslado al Nou Mestalla es el “segundo gran engaño” al club, solo superado por la venta de la entidad a Lim.
Durante el evento ‘Sempre Mestalla’, celebrado en el Colegio Guadalaviar, la asociación denunció que se les ha «robado el debate» sobre la posibilidad de permanecer en el estadio centenario. El objetivo central de la conferencia fue alertar a la afición sobre el riesgo económico del proyecto del Nou Mestalla, que, según sus cálculos, conllevaría un endeudamiento de más de 380 millones de euros. Por ello, insisten en que quedarse en la Avenida de Suecia es la única «alternativa» real a la deuda.
La propuesta de Libertad VCF, que aseguran ser viable judicialmente —desmintiendo que exista una sentencia que obligue al derribo—, se basa en un proyecto que costaría 134 millones de euros. Las principales actuaciones incluyen: Cierre del Tercer Anillo: Aumentaría el aforo total de Mestalla a 65.000 localidades; instalación de cubierta: Un Trabajo de Final de Grado (TFG) presentado en la ponencia explora la viabilidad de la reforma, indicando que el recinto «ya está preparado para ponerle cubierta».
Las grandes partidas de inversión se desglosan en 36,4 millones de euros para la rehabilitación estructural y 28,1 millones para la cubierta, además de 18,7 millones para la renovación de la fachada.
Rentabilidad
La asociación criticó duramente la incapacidad para explotar económicamente el Nou Mestalla desde el inicio, argumentando que su proyecto permite explotar el estadio «desde el primer momento sin tener que endeudarse».
Para generar ingresos, Libertad VCF señaló que Mestalla ya cuenta con 6.000 metros cuadrados de espacio terciario sin aprovechar, una superficie que podría ampliarse en 8.000 metros cuadrados más en la Avenida de Aragón. Estos nuevos metros terciarios permitirían aumentar significativamente los ingresos del club, desmontando el argumento de que el traslado es la única vía de viabilidad económica. Para la asociación, marcharse a Les Corts significaría «quitarle al valencianismo lo poco que le queda, el estadio».



