El Museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia acogió este miércoles el Funeral de Estado laico en homenaje a las 237 víctimas mortales que dejó la dana hace justo un año en España y que asoló las provincias de Albacete, Málaga y Valencia. El acto, que reunió a 625 familiares y cerca de 180 autoridades, concluyó con un discurso del Rey Felipe VI que compartió «un dolor sincero» y respaldó la necesidad de investigar las causas de la catástrofe, una demanda explícita planteada minutos antes por los familiares de las víctimas. El evento estuvo marcado por la emotividad de los testimonios, pero también por momentos de intensa tensión institucional y protestas. Los familiares de 24 víctimas no asistieron al acto.
La tensión se desató con la llegada del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien fue recibido con gritos de «asesino», «cobarde» y «fuera» por parte de docenas de familiares. Mazón, que permaneció en silencio y con expresión seria, había sido excluido del saludo protocolario inicial de los Reyes Felipe IV y doña Letizia, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a los representantes de las asociaciones de víctimas en el que sí estuvo la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé.
Las demandas de responsabilidad también se manifestaron en los discursos de los familiares, que señalaron directamente a las posibles negligencias de gestión y alerta. Naiara, Virginia y Andrea. Así, Virginia Ortiz, prima de un fallecido, señaló: «No fue este fenómeno el causante de la catástrofe que hemos sufrido. Es quien omite su deber a sabiendas de que su omisión puede suponer la pérdida de vidas humanas, quien comete el acto primigenio que deriva en esas muertes”. Por su parte, Andrea Ferrari Canut, de 20 años, quien perdió a su madre, pidió que prevalezca la «verdad, el respeto y la humanidad» tras un año en el que «el agua lo arrasó todo».
Analizar la causas
En el tramo final de la ceremonia, el Rey Felipe VI compartió con las víctimas un «dolor sincero» y se sumó al llamamiento a la investigación para evitar futuras tragedias. El monarca aseguró durante su discurso que es «necesario» analizar las causas de la tragedia, alineándose con la demanda de transparencia y responsabilidad planteada por los familiares. Agradeció las palabras de las tres personas que hablaron en nombre de las víctimas y les dijo «gracias por cubrir con amor todo ese dolor». El acto se inició con la emotiva lectura de los nombres de los 237 fallecidos (229 de ellos en Valencia), un momento que, junto con la presencia de los Reyes y el himno, calmó la tensión en la sala.

“Intenté ponerme en vuestro lugar, imaginar qué os podría decir, y no existen las palabras perfectas. Solo sé que hay un sentimiento de dolor sincero que me une, que nos une, a vosotros y que os acompaña con todo cariño en vuestro duelo”, subrayó.
“Ante tanto dolor, ojalá nuestras palabras lleguen como un abrazo: para quienes tanto perdieron, para quienes ayudaron y siguen haciéndolo, para quienes tratan de sobreponerse, para quienes aún buscan sus fuerzas en los recuerdos”, continuó el Rey. Para el monarca, es “necesario seguir analizando las causas y circunstancias de la tragedia” para mejorar la capacidad de afrontar catástrofes futuras. “La Reina y yo queremos que lo sepáis: estamos, ahora y siempre, con vosotros”. “Pongamos todos de nuestra parte, añadió, para que no se repita”.
Concentración en el exterior
La controversia se extendió fuera del recinto blindado de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Cerca de 200 personas se concentraron en los aledaños para protestar por la limitación de acceso al funeral.
María Esteve (29 años), cuyos abuelos sufrieron la riada en Paiporta, lamentó que solo se repartieran cuatro entradas por familiar: “Nos hemos quedado afuera quienes ayudamos a nuestros familiares en las horas más difíciles”. La joven señaló directamente a la Generalitat por las pérdidas humanas: “Sobre él pesan hoy 229 vidas”, reiterando el sentir de las protestas.
El acto concluyó, tras una pieza con guitarra y violín del Concierto de Aranjuez, con un prolongado aplauso de la sala, que reconoció tanto la memoria de las víctimas como el difícil y emotivo testimonio de sus familiares, quienes han reclamado justicia, verdad y transparencia un año después de la tragedia.
Imágenes: Casa Real.



