El futuro político del president de la Generalitat, Carlos Mazón, pende de un hilo. El líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha acelerado los movimientos para un relevo al frente del Consell, desbordado por la intensa campaña de la izquierda, parte de varios grupos mediáticos conservadores y la demoledora imagen de Mazón siendo increpado en el funeral de Estado por las 229 víctimas de la dana solo en la provincia de Valencia. El objetivo de Génova es contener el daño y evitar que la gestión de la crisis en Valencia contamine la marca PP a nivel nacional.
Varios medios nacionales, pero también la prensa regional citan fuentes conservadoras y directas del PP que no hacen sino preparar el camino para un cambio que, a todas luces, ya está tomado, pero que debe desarrollarse de manera organizada, sin improvisaciones. El objetivo es retener la mayoría en las Cortes Valencianas y no perder la Generalitat. Además, es de vital importancia que Vox no vete posibles nombres y evitar que los populares valencianos se desplomen en las encuestas. En este sentido, Francisco Camps, ‘ofreció’ un millón de votos a Rajoy hace dos décadas y Feijóo necesita del granero de votos de la Comunitat para saltar a la Moncloa.
La dirección nacional, a través del secretario general, Miguel Tellado, ha trasladado a los presidentes provinciales valencianos el inicio de la operación. Esta urgencia ha desatado una pugna interna entre dos escenarios de sucesión, con la dificultad añadida de tener que contar con el respaldo de Vox para cualquier investidura.
Escenario 1: María José Catalá
La actual alcaldesa de València y diputada autonómica, María José Catalá, emerge como la candidata mejor posicionada para asumir la Presidencia de la Generalitat si Mazón dimite a corto plazo. La principal ventaja de Catalá es su doble condición de ser la dirigente de mayor rango cercana a la dirección nacional que ya es diputada en Les Corts, un requisito legal indispensable para ser investida sin convocar elecciones.
Esta opción, vista con buenos ojos por Génova, según EsDiario, tiene un alto coste político: la necesidad de nombrar un nuevo alcalde en València y exponer el Ayuntamiento a la ofensiva del PSOE, que ha posicionado a Pilar Bernabé con fuerza en la capital. Además, Catalá es vista como cercana a Esteban González Pons, una figura que ha marcado distancias con Mazón.
Escenario 2: El Plan Mompó
El actual president de la Diputación de València, Vicent Mompó, se perfila como la apuesta personal de Mazón para el futuro. Mompó, que ha ganado peso tras la dana por su presencia temprana en el centro de coordinación (CECOPI) y sus declaraciones críticas sobre la gestión del 29 de octubre de 2024 («Satisfecho no estoy»), representa una opción a largo plazo.
El gran escollo es que Mompó no es diputado autonómico, lo que le impediría asumir la Presidencia en un relevo rápido, tal y como ha avanzado El País o Levante-EMV. Esto abre la posibilidad de un presidente interino —como Juanfran Pérez Llorca— que ostente el cargo hasta 2027. Pérez Llorca, no obstante, ha expresado que no quiere ser un simple «Olivas» (en referencia a la presidencia de transición entre Zaplana y Camps), y buscaría continuidad. Fuentes cercanas al proceso sugieren que Mompó podría asumir la vicepresidencia para ganar peso institucional durante ese hipotético periodo de interinidad.
La Justicia y el apoyo de Vox
La situación de Mazón se agrava cada día, con la jueza de Catarroja estrechando el cerco y la citación en el Congreso el 17 de noviembre. En este contexto de máxima incertidumbre, ni Mazón ni Génova pueden ignorar dos variables: La Justicia: La declaración de su exconsejera Salomé Planas y la periodista Maribel Vilaplana (con quien comió ese día) incrementan la presión. Vox: Los votos de la ultraderecha son imprescindibles para la investidura de cualquier nuevo president. Vox, que a través de Santiago Abascal ha mantenido un apoyo sin fisuras a Mazón, podría aprovechar la coyuntura para negociar o vetar candidatos.
Aunque el congreso regional valenciano, donde se decidirá el candidato de 2027, estaba previsto inicialmente para 2026, la decisión final recae ahora en Feijóo, que ha dado por descontado que Mazón no será el candidato del PP a las próximas elecciones autonómicas.



