Carlos Mazón formalizó este lunes su renuncia como president de la Generalitat Valenciana, poniendo fin a su etapa ejecutiva bajo la presión de la crisis de la dana. El escrito de dimisión fue entregado a Les Corts Valencianes a las 14:51 horas, momento a partir del cual Mazón pasa a ser president en funciones y se activa la cuenta atrás para la elección de su sucesor. La renuncia implica un impacto directo en sus ingresos públicos: deja de percibir el sueldo de 80.174 euros brutos anuales más 11.224 euros de indemnización por residencia que ostentaba como jefe del Consell.
La decisión clave de Mazón ha sido mantener su acta de diputado por Alicante en Les Corts Valencianes, un movimiento que, además de garantizar su estatus de aforado, le asegura una retribución estable de 2.561 euros brutos al mes de asignación reglamentaria, 396 euros de complemento por dedicación exclusiva y 9757 euros para gastos por residir a más de 100 kilómetros de Valencia ciudad.
La retención del escaño es un paso vital para evitar la vía judicial directa. Al seguir aforado, Mazón solo puede ser investigado si la jueza de Catarroja (que lleva la causa de la dana) eleva el caso al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), un proceso que se espera lento ante la acumulación de testigos y pruebas. La dimisión, por tanto, fue diseñada para no perder su protección legal.
La dimisión se produce un año después de la dana que causó 229 muertos. Mazón ha reconocido públicamente sus fallos de gestión y las diferentes versiones sobre su paradero ese día: «Debí haber tenido la visión de cancelar la agenda y desplazarme hasta Utiel… Voy a vivir con los errores de aquel día toda mi vida«, ha confesado.
Su trayectoria en la administración ha sido extensa: antes de llegar al Consell, Mazón fue presidente de la Diputación de Alicante y de la Cámara de Comercio de Alicante, cargos que cimentaron su posición en el Partido Popular.
Proceso de sucesión
Tras la formalización de la renuncia, se activa un plazo de 12 días para que se presente un nuevo candidato. La persona elegida debe ser diputado en Les Corts, descartando de inmediato la vía del presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, que no cuenta con escaño.
La sucesión se reduce así a figuras como la alcaldesa de València, María José Catalá, o el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, ya que el president de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, queda descartado de las quinielas al no ser diputado. El nuevo líder necesitará imperiosamente los votos a favor de Vox. Su presidente, Santiago Abascal, ha advertido que votará en función de «las ideas, no las personas», manteniendo la incertidumbre.
En caso de que la investidura fracase, se abre un periodo de hasta dos meses antes de la disolución de Les Corts. Si se llegara a convocar elecciones anticipadas, estas se celebrarían entre 54 y 60 días desde la disolución, situando los comicios a finales de enero o principios de marzo de 2026. Mientras tanto, Mazón y el resto de consellers continuarán en el cargo ‘de president en funciones‘ en funciones. Este martes hay Ple del Consell y Mazón lo presidirá desde Alicante. Algunas informaciones publicadas también apuntan a que Mazón podría coger la baja durante algunas semanas, por ‘imperativo médico’. Si se confirma este dato, no asistiría a la Comisión de Investigación por la gestión de la dana que empieza este martes en el Congreso de los Diputados. Mazón tenía que acudir el 17 de noviembre.



