La dimisión de Carlos Mazón como president de la Generalitat ha abierto un debate sobre la responsabilidad integral de la tragedia de la dana. Juan Carlos Sanchís, presidente de Keiretsu Fórum, valida la salida de Mazón, a quien considera que «se ha ido matando», pero traslada el foco de la crítica directamente al Gobierno central por un «abandono» que, según él, se produjo antes y después de la catástrofe.
En su intervención el el programa de radio Intercafé, Sanchís subraya que la tragedia no es responsabilidad exclusiva de la Generalitat, sino que hay «tres aristas» fundamentales que provocaron las muertes: prevención (incluyendo obras hidráulicas pendientes), avisos a la población y, crucialmente, la ayuda que no llegó a tiempo, lo que «también provocó víctimas».
El presidente empresarial lamenta que la Comunitat Valenciana fuese «abandonada en 2021 con infraestructuras que no se hicieron», citando específicamente la falta de reforzamiento del cauce y las obras del barranco del Poyo —aún en marcha para evitar el «efecto arrastre»— como ejemplos de la inacción previa.
Sanchís critica a las asociaciones que han emprendido la vía penal contra la Generalitat, pidiendo que extiendan sus demandas a la entonces ministra de Transición Ecológica (en referencia a Teresa Ribera). El empresario sugiere que esa responsable ministerial debería ser llamada a declarar por la no ejecución de obras de infraestructura que, aunque costosas, «podrían haber salvado vidas».
El empresario valenciano también desacredita la narrativa oficial sobre la ayuda postdana. Afirma que no es cierto que las ayudas prometidas hayan llegado a los damnificados, y lo ejemplifica con su experiencia personal: «A título personal me han denegado ayudas».
Califica de «mezquino» que gran parte de ese supuesto apoyo se limitara a la concesión de préstamos en lugar de subsidios directos. En este contexto, Sanchís critica que la población estuvo a su «suerte» durante «más de cuatro días sin luz», cuestionando la tardanza en el despliegue del Ejército y la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuya intervención temprana habría socorrido a más personas. El presidente de Keiretsu Fórum reconoce, no obstante, que hubo también «negligencia por parte de muchas víctimas» que acudieron a recoger sus vehículos a los garajes en plena riada.
