La ruptura de la estacionalidad turística es uno de los objetivos que se marca el sector y que forman parte de la estrategia de sostenibilidad y de arrastre del valor añadido de esta actividad durante los 365 días del año. Y poco a poco este esfuerzo del sector va obteniendo resultados y la cosecha de la ocupación hotelera de la primera quincena de noviembre muestra que los hoteles valencianos siguen ganando batallas a la estacionalidad y que poco a poco consolidan una actividad que tantos beneficios aporta transversalmente a otros sectores económicos y a la sociedad en general.
La estadística elaborada por BigDataHOSBEC de ocupación hotelera durante la primera quincena de noviembre no deja lugar a dudas: todos los destinos incrementan ocupación hotelera respecto al dato de 2024, algunos de ellos de forma muy significativa.
El rey del otoño turístico sigue siendo Benidorm, que registra el mejor dato de toda la Comunitat, con un 83,3% y un crecimiento de 2 puntos, mientras que la Costa Blanca crece 8 puntos hasta el 77% de media, debido sobre todo a un mejor comportamiento del mercado doméstico.
Es llamativo también el dinamismo del sector hotelero de Castellón, con una ocupación media del 67,4% y un crecimiento de 15 puntos respecto a 2024.
Y València cierra completamente un año para olvidar, con una recuperación importante de su actividad turística y una ocupación hotelera media que roza el 81%.
Y lo mejor de todo es que las previsiones de reservas cerradas (‘on the books’) muestran que la tendencia positiva de crecimiento se mantiene para la segunda quincena de noviembre, ganando poco a poco esa partida a la estacionalidad que se juega cada día en el tablero del turismo.



