El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado un nuevo foco de tensión internacional al anunciar de manera categórica, y sin contar con autoridad oficial para ello, que el espacio aéreo de Venezuela y sus alrededores “permanecerá cerrado en su totalidad”. La sorprendente advertencia, emitida a través de su plataforma Truth Social, estaba dirigida a una amplia gama de usuarios, incluyendo “aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas”.
El anuncio ha sido inmediatamente rechazado por el Gobierno de Nicolás Maduro. El Ministerio de Exteriores venezolano denunció la declaración como un acto “hostil, unilateral y arbitrario” y criticó la “amenaza colonialista” del líder republicano, según un comunicado difundido a través de Telegram.
A pesar de la contundente advertencia de Trump, el principal aeropuerto del país, el Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, continuó operando con total normalidad durante la jornada de este sábado, según constataron agencias de prensa. El mensaje del expresidente estadounidense, que no ofreció detalles sobre las circunstancias o el mecanismo de un posible cierre, se produce en medio de una intensa especulación mediática.
Respeto «irrestricto» a su soberanía
La declaración se produce poco después de que The New York Times informara sobre una supuesta conversación telefónica entre Trump y Maduro, para discutir un posible encuentro, una llamada en la que también habría participado el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio. Aunque ambas partes han eludido confirmar o negar el contacto, la llamada habría concluido sin acuerdos concretos para una reunión.
La respuesta de Venezuela fue enérgica y formal. El Gobierno de Maduro rechazó el mensaje de Trump por pretender «dar órdenes y amenazar la soberanía» venezolana de forma «insólita». El ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, denunció que este tipo de declaraciones son incompatibles con los principios del Derecho Internacional y se enmarcan en una “política permanente de agresión contra nuestro país, con pretensiones coloniales”.
Además, la nota diplomática venezolana subraya que el anuncio implica una “amenaza explícita de uso de fuerza”, algo que está “prohibida de forma clara e inequívoca” por la Carta de las Naciones Unidas, y un claro “intento de intimidación”. Venezuela instó a la comunidad internacional a unirse al rechazo de este acto y recordó que su espacio aéreo está protegido bajo las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Finalmente, Caracas advirtió que con esta acción, Estados Unidos ha suspendido unilateralmente los vuelos de repatriación de migrantes venezolanos, un acuerdo bilateral que había permitido el regreso de casi 14.000 ciudadanos.
