La remodelación del Consell anunciada por el president Juanfran Pérez Llorca no es solo un cambio de nombres, sino una transformación de la estructura del Gobierno respecto a la etapa anterior. Las principales novedades que distancias a este ejecutivo del de Mazón son la creación de una Vicepresidencia Segunda enfocada a la economía estratégica y la entrada de dos nuevas titulares para las carteras de Educación y Servicios Sociales.
El cambio más significativo en el organigrama es la creación de la Vicepresidencia Segunda, una figura que hasta ahora no existía con este enfoque. Su titular es una de las nuevas incorporaciones: Pepe Díez. Licenciado en derecho y con experiencia como director general de proyectos estratégicos, Díez entra en el gobierno para canalizar las inversiones que llegan a la Comunidad y asumirá también la secretaría del Consell.
Junto a él, dos mujeres se estrenan como conselleras, renovando áreas de alto peso social:
- Maria del Carmen Ortiz: Asume la cartera de Educación, Cultura y Universidades. Proviene de la dirección de la Universidad Popular de Valencia y toma el relevo en un departamento que ahora cede la competencia de Política Lingüística a Presidencia.
- Elena Albalat: Se convierte la nueva consellera de Servicios Sociales, Familia e Infancia. Ex concejal en Onda y secretaria autonómica, asciende a la primera línea para gestionar las políticas de bienestar.
Movimientos internos: Rovira a Hacienda y salida de Merino
Más allá de los fichajes, el nuevo Consell se define por una profunda reordenación de los roles de los consellers que se mantienen respecto al anterior gabinete.
Rovira releva a Merino: El movimiento interno de mayor calado es el de José Antonio Rovira. Deja la cartera de Educación para hacerse cargo de Economía y Hacienda, sustituyendo a Ruth Merino, quien sale del Consell. Rovira se lleva consigo las competencias de Función Pública y Simplificación Administrativa, integrándolas ahora en el área económica para agilizar la gestión.
La «Supercartera» de Camarero: La vicepresidenta primera, Susana Camarero, modifica sustancialmente su rol. Suma nuevas competencias de gestión al asumir Vivienda, Empleo, Juventud e Igualdad —definidas como prioridades por el President—, pero pierde la visibilidad política de la portavocía.
Barrachina, nueva voz: La portavocía del Consell pasa a manos de Miguel Barrachina, quien se mantiene como conseller de Agricultura, Agua y Pesca, pero gana peso político al ser designado como el encargado de explicar la acción de gobierno.
