El presidente de la APPV, Héctor González, ha valorado en profundidad, en El Intercafé la reconfiguración del Consell y los nuevos equilibrios internos surgidos tras los últimos nombramientos.
González señaló que, aunque se habían anunciado “pequeños cambios”, la lectura política de la remodelación es más amplia de lo que inicialmente se proyectó. “El cambio del núcleo de presidencia con perfiles del PP de siempre, apostando por la familia popular y no con gente tan cercana, y con una vicepresidencia centrada de presidencia, refuerza así su entorno”, afirmó, destacando un cierre de filas en torno a las figuras más tradicionales del partido.
Uno de los puntos más comentados fue la reorganización competencial. Para González, la percepción de que “Administración Pública parece que sea un relleno” contrasta con el peso real del área: “Es el departamento que afecta a todos los empleados públicos, pero lo pierde Justicia”. En este sentido, apuntó a la desaparición del rol que ocupaba Ruth Merino, que “había ido perdiendo fuerza y era una apuesta de Mazón”, mientras que la presencia de Miguel Barrachina supone, según dijo, “una apuesta clara de partido y una figura consolidada”.
El presidente de la asociación profesional matizó además que la remodelación responde a criterios de eficacia y conocimiento interno. “No podía introducir a gente que desconozca la administración, puesto que se necesita una gestión rápida. Necesita demostrar que está haciendo y que se está moviendo, por lo que ha tirado de personas cercanas, con experiencia desde dentro, sin grandes fichajes externos”.
En materia lingüística, González subrayó el movimiento estratégico de situar esta competencia en el área del nuevo presidente. “Hasta ahora, la lengua se había englobado en educación, pero ahora Juanfran Pérez —que es valencianoparlante— la recoge en su departamento y lanza un mensaje para aquel votante de derechas más valencianista, que podía ver en la figura de Camps una mejor opción, y al mismo tiempo, marca una línea respecto a Vox”.
Respecto a la Acadèmia Valenciana de la Llengua, anticipó un cambio de enfoque: “Creo que va a actuar más en la promoción, difusión y en el uso cotidiano de la lengua, buscando ese impulso por encima de la obligatoriedad posible”.
Por último, González situó este escenario como una oportunidad política para el nuevo jefe del Consell. “Es un buen momento, aunque las circunstancias no las haya elegido, para demostrar el predicamento que tiene en todas las bases del PP, porque el nuevo presidente de la Generalitat busca acercarse más a ciertos colectivos”.
