El centro de Valencia cuelga el ‘sold out’: luces de Navidad, Maratón y temperaturas primaverales

‘Huele a fallas’. Es la sensación de algunos asistentes al espectáculo pirotécnico vespertino de los fines de semana que ha organizado este año el Ayuntamiento de Valencia para animar, todavía más, el comercio en el centro de la ciudad. El espíritu navideño ha llegado a la capital valenciana de forma explosiva y desordenada. Las calles del centro de València experimentaron este sábado un nivel de saturación que obligó a la Policía Local a replicar los cortes de tráfico habituales de Fallas en pleno puente festivo. La combinación letal de luces navideñas anticipadas, compras festivas, un clima inusualmente cálido, propio de la primavera, y la afluencia de visitantes por el Maratón ha provocado un colapso de movilidad sin precedentes para la fecha.

La masificación fue tal que los agentes se vieron forzados a cerrar al tráfico los ejes principales del Cap i Casal: la calle Colón y Xàtiva, bloqueando sus accesos clave desde Puerta del Mar y la calle Russafa. La medida se extendió rápidamente, dejando sin vehículos la Plaza de San Agustín y todo el entorno de la Plaza del Ayuntamiento (Marqués de Sotelo, Periodista Azzati, etc.), con acceso restringido solo a residentes.

La estampa del sábado fue la de una ciudad desbordada. La afluencia no solo saturó las calles, sino también el transporte público: Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) reportó retrasos en Metrovalencia por la ingente cantidad de pasajeros.

Al salir de la estación de Plaza España por San Vicente, la gente se encontró con un «hervidero» de personas. Pese a las temperaturas más propias del otoño tardío que del invierno, las terrazas estaban casi llenas y las jugueterías, abarrotadas de compradores. La calle Colón, según los observadores, parecía un «hormiguero» sin posibilidad de acercarse a los expositores. En María Cristina, la intensidad del tráfico peatonal obligaba a la gente a bajar de las aceras, incluso con el riesgo de cruzarse con alguna furgoneta impaciente.

Dos minutos de fuegos artificiales

A las seis y media de la tarde, el espectáculo piromusical programado en la Plaza del Ayuntamiento actuó como un detonante extra para el caos. Aunque el show apenas dura dos minutos, su efecto inmediato fue la congestión instantánea de la zona. Sin embargo, el «desagüe» del público tras la pirotecnia se demoró unos veinte minutos, convirtiendo el núcleo de la Plaza del Ayuntamiento en una «auténtica ratonera» temporal. La intensidad fue tal que las autoridades ya se vieron obligadas a cerrar el tráfico en este mismo tramo de la calle San Vicente hace dos años por el desborde peatonal, en un contraste notable con la prenavidad de perfil bajo del año pasado, marcada por la dana y la falta de ánimo festivo.

Ante este panorama, el Ayuntamiento ha insistido en su llamado a la ciudadanía para evitar el uso del coche privado en los desplazamientos al centro, si bien el caos de este sábado demuestra que la gestión de la movilidad en la temporada navideña requerirá de operativos especiales cada vez más restrictivos.

Imagen: Cuenta de X del Ayuntamiento de Valencia.

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