martes, 16 de diciembre de 2025

El sector de la construcción en Estados Unidos creó 52.000 empleos en el último trimestre

La Administración Trump ha presentado su balance del mercado laboral, defendiendo que la economía estadounidense atraviesa una transformación estructural en tiempo récord. Según el último informe de empleo, la Casa Blanca asegura haber revertido la inercia de la etapa anterior mediante un agresivo recorte de la burocracia federal y un fortalecimiento del sector privado. El dato central que maneja el Ejecutivo es que el total de la creación neta de empleo desde la toma de posesión se concentra exclusivamente en las empresas privadas, mientras el tamaño del Estado se reduce. La semana pasada, el equipo de líder republicano sacaba pecho de sus logros en materia de precios y salarios.

Los números, recogidos en un comunicado de la página web de la Casa Blanca, reflejan una poda drástica en la administración pública: el gobierno federal ha eliminado 168.000 puestos desde septiembre, situando el empleo público en su nivel más bajo de la última década. Este adelgazamiento contrasta con la vitalidad de la empresa privada, que ha sumado 687.000 trabajadores bajo el mandato actual. Para la Secretaría de Prensa, estos datos confirman que la economía está «lista para un auge en 2026», impulsada por una inversión de billones de dólares y un repunte de 52.000 empleos en el sector de la construcción durante el último trimestre.

El informe pone especial énfasis en el perfil demográfico de la nueva fuerza laboral, subrayando una política de prioridad nacional. Los datos oficiales indican que, entre enero y noviembre de 2025, unos 2,7 millones de estadounidenses nativos consiguieron empleo, mientras que el número de trabajadores nacidos en el extranjero se redujo en casi un millón. Esta tendencia se ve reforzada por un aumento en la tasa de participación laboral, lo que el gobierno interpreta como un retorno de ciudadanos que antes estaban «en el banquillo» y que ahora se incorporan atraídos por la nueva dinámica económica.

En el plano del poder adquisitivo, la Casa Blanca proyecta un escenario optimista para el cierre del primer año de mandato. Se estima que los salarios reales de los trabajadores estadounidenses crecerán un 4,2%, una cifra que superaría significativamente el índice de inflación. A pesar de un ligero incremento en la tasa de desempleo técnica, el equipo de Trump defiende que se trata de un indicador «positivo», ya que no responde a despidos, sino a la entrada masiva de personas que vuelven a buscar trabajo activamente ante la confianza que genera el nuevo rumbo económico del país.

Imagen: Dinero.hn

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