La resaca electoral en Extremadura ha dejado un reguero de declaraciones que evidencian la profunda brecha entre bloques y la compleja gobernabilidad que se avecina tras el cierre de las urnas. Con el escrutinio finalizado, la sede de los socialistas en Ferraz se ha convertido en el epicentro de la autocrítica, donde la secretaria de Organización, Rebeca Torró, ha reconocido que no han logrado movilizar al electorado progresista y ha admitido la necesidad de reformular futuras estrategias. Este clima de derrota ha contrastado con la euforia en el bando popular, donde figuras nacionales han interpretado el resultado como un mensaje directo contra las políticas del Gobierno central. Para Torró, el PP de Feijóo es la «nave nodriza de la ultraderecha».
A la izquierda del PSOE, las sensaciones son opuestas. Así, Irene de Miguel ha reivindicado el crecimiento de su formación como una alternativa sólida, calificando su ascenso como una «luz de esperanza» frente al avance de las derechas. Sin embargo, el reconocimiento de una mayor incertidumbre parlamentaria ha sido la nota común en todas las intervenciones, ya que el nuevo equilibrio de fuerzas obliga a un entendimiento mucho más rígido entre los socios de gobierno para evitar el bloqueo de la administración regional, especialmente tras las acusaciones de Miguel Ángel Gallardo, quien ha tildado el resultado del PP de «fracaso estrepitoso» por engordar a la ultraderecha ante la incapacidad de María Guardiola de dialogar. También ha admitido el «mal resultado» de su partido.
Desde las direcciones nacionales de Podemos e Izquierda Unida se ha señalado al «inmovilismo» y la «inoperancia» del Gobierno central como una fábrica de votos para la extrema derecha, instando a una reflexión profunda que trascienda el ámbito regional. Mientras Ione Belarra e Irene Montero han advertido que el PSOE es incapaz de frenar la deriva reaccionaria, Movimiento Sumar ha puesto deberes inmediatos a los socialistas, exigiendo medidas como una moratoria a los alquileres para recuperar la confianza del electorado. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mantenido un tono institucional felicitando a la ganadora y dando ánimos a un Gallardo que, pese a los malos datos, ha decidido no dimitir de inmediato.
Feijóo y Ayuso celebran la victoria del PP
La presidenta electa, María Guardiola, aprovechó su intervención tras conocer los resultados para sacar pecho y afirmar que «los extremeños han confiado con mucha rotundidad en nosotros». La líder autonómica señaló que «estamos por una situación de bloqueo que se produjo cuando negociamos los presupuestos y la lectura de las urnas las tienen que hacer todos los grupos políticos y tendrán que ver si ponen por delante sus siglas o Extremadura. Siempre estamos dispuestos a dialogar y sigo en esa posición».
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado de «incontestable» la victoria de Guardiola, asegurando que Extremadura ha rechazado el «sanchismo», una tesis apoyada por Isabel Díaz Ayuso, quien ha afirmado que el presidente del Gobierno pierde cada vez que se abren las urnas. En el bando socialista, la situación es de máxima tensión; Gallardo ha deslizado parte de la responsabilidad de su hundimiento a los casos de corrupción y acoso que afectan al partido a nivel nacional, aunque prefiere esperar a la reunión de su ejecutiva para analizar unos resultados que considera multicausales. La división es evidente: mientras el PP saca pecho por el cambio de ciclo, la izquierda se fragmenta entre quienes celebran su resistencia y quienes culpan a la falta de acción social del Ejecutivo estatal.
Por su parte, el candidato de Vox a presidir la Junta, Óscar Fernández Calle, afirmó que “Vox es el ganador real de esta noche en Extremadura. Vox ha ganado contra todos y ha ganado al bipartidismo en Extremadura”. “Extremadura ha hablado alto y claro para decir que quiere más Vox. Mucho más Vox. El doble de Vox. Más del doble de Vox. Y Extremadura lo va a tener. Vamos a defender cada uno de los votos con uñas y dientes. Y vamos a defender mañana exactamente lo mismo que defendíamos ayer”, enfatizó.
En clava valenciana, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, publicó que Guardiola había sumado más que toda la izquierda junta en Extremadura y añadió en su cuenta de X que «Sánchez sigue perforando el suelo electoral del PSOE».


