lunes, 22 de diciembre de 2025

La provincia de Alicante acapara 44 millones de una Lotería de Navidad que vuelve a esquivar a Valencia y Castellón

El sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad ha vuelto a dibujar un mapa de contrastes en la geografía valenciana, dejando tras de sí un rastro de millones concentrado casi exclusivamente en el sur. Aunque la cifra total repartida en la autonomía asciende a los 47,3 millones de euros, superando los 41 millones registrados en la edición anterior, el sentimiento es agridulce debido a la ausencia total de los premios mayores en las administraciones locales. Por segundo año consecutivo, el Gordo, que ha caído en Madrid y León, ha pasado de largo por las tres provincias, privando a los valencianos de la lluvia de millones que acompaña tradicionalmente al primer premio. Ni la dana ni los números relacionados con fechas concretas en el calendario han servido para que la suerte llegue a los municipios más afectados por la catástrofe de octubre del año pasado.

La jornada comenzó con la esperanza puesta en las ventas, que este año alcanzaron los 425 millones de euros en el conjunto de la Comunitat Valenciana, pero el bombo del Teatro Real de Madrid dictó una sentencia caprichosa. Mientras el primer premio se marchaba íntegramente a León y Madrid, y el segundo se quedaba también en la capital de España, las administraciones valencianas tuvieron que conformarse con los premios intermedios. Este vacío de los grandes titulares no ha impedido, sin embargo, que la provincia de Alicante se convierta en la gran protagonista de la jornada, acaparando la práctica totalidad de la fortuna repartida en la región.

Esta distribución desigual del dinero ha generado una sensación de resignación en las administraciones de lotería de la provincia de Valencia, donde el volumen de ventas suele ser el motor de la autonomía. Pese a haber invertido más de 224 millones de euros, el retorno ha sido mínimo, dejando a la mayoría de los jugadores valencianos a merced de las pedreas y los reintegros para recuperar parte de lo jugado. Los loteros coinciden en que, aunque los premios menores mantienen viva la ilusión, la ausencia de un gran pellizco en la capital y sus alrededores enfría ligeramente el ambiente festivo de esta jornada.

Alicante y Castellón, contraste

El éxito alicantino tiene nombres propios y se mide en la intensidad con la que los cuartos y quintos premios han regado sus localidades. La mayor alegría se ha vivido en Moraira, donde la venta de 105,9 series de un cuarto premio ha inyectado más de 21 millones de euros en la economía local. No ha sido el único foco de celebración, ya que la capital provincial también ha rascado diez millones de euros gracias a una parte del tercer premio, el 90693. A estas cifras se suman los 9,6 millones de un quinto premio que salpicó a Alcoy en el tramo final del sorteo y los 2,2 millones que viajaron hasta Elda de la mano de otro de los quintos premios. Llama la atención la historia de José Luis, un jubilado del Hospital de San Juan de Alicante que ha repartido 7,5 millones del tercer premio entre sus antiguos compañeros y familiares. Es el número 90.693 premiado cada uno con 50.000 euros.

En total, la provincia de Alicante ha sumado 44,4 millones de euros, una cifra que contrasta drásticamente con la situación de sus vecinos del norte. La provincia de Castellón ha vivido una jornada de absoluto vacío, viendo cómo el Gordo y todos sus terminaciones ignoraban sus municipios a pesar de haber incrementado el gasto en lotería un 2% respecto al año pasado. Los 48,4 millones de euros jugados por los castellonenses no han tenido retorno en forma de grandes premios, dejando a la provincia como la gran damnificada de este 22 de diciembre.

Por su parte, Valencia ha tenido una presencia testimonial en el reparto de la suerte, logrando rescatar apenas 2,8 millones de euros de los 224 millones que sus ciudadanos invirtieron en el sorteo. La mayor parte de este pellizco, unos 1,7 millones, procede también del tercer premio, mientras que el resto se divide de forma muy fragmentada entre cuartos y quintos premios. El ambiente en las marinas y las comarcas del interior de Alicante es, por el contrario, de absoluta satisfacción, consolidándose como el refugio de la suerte en este 2025 al asegurar un impacto económico que se dejará sentir de manera inmediata en el comercio local.

Para muchos, estos 47 millones son el alivio necesario para cerrar el año con optimismo, a pesar de que el balance final deja una Comunitat Valenciana que sigue anhelando el regreso del primer premio a sus calles. La esperanza se traslada ahora al sorteo de El Niño, el próximo 6 de enero, con la confianza de que la fortuna pueda finalmente ser más generosa con las tres provincias y compensar la esquiva jornada de hoy. Siempre podremos presumir de salud.

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