El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha comparecido ante la Junta Directiva Nacional con un mensaje de optimismo y contundencia tras los recientes resultados electorales en Extremadura. Para el líder de la oposición, la victoria obtenida no es solo un éxito regional, sino el síntoma de un cambio de ciclo profundo en la política española. Según sus palabras, el PP ha logrado una diferencia histórica de más de 17 puntos y 11 escaños frente al PSOE, revirtiendo una situación de empate técnico para consolidar lo que califica como una «victoria incontestable e indiscutible» que marca el camino a seguir en el resto de los territorios.
En su análisis de la situación política actual, el dirigente popular sostiene que el proyecto de Pedro Sánchez ha entrado en una fase de declive irreversible. Para el presidente del PP, el resultado de María Guardiola demuestra que los ciudadanos han rechazado el modelo de gestión del Gobierno central, al que acusa de haber convertido la mentira en un sistema de supervivencia. Esta pérdida de confianza, asegura, se debe a que la sociedad española busca ahora perfiles basados en la honestidad y la sensatez, alejándose de una estrategia que, a su juicio, solo ha servido para levantar muros entre los ciudadanos en lugar de construir los puentes necesarios para la convivencia.
Durante su intervención, el líder del PP ha subrayado que el «topicazo» del miedo a la derecha y la ultraderecha ha dejado de surtir efecto entre el electorado. Según su visión, seis de cada diez extremeños han votado explícitamente para derribar el muro ideológico planteado por el sanchismo, lo que supone un fracaso absoluto del relato socialista. Irónicamente, ha señalado que alimentar el temor hacia Vox solo ha conseguido fortalecer tanto a dicha formación como al propio Partido Popular, lo que define como un «gran exitazo» de la estrategia del Palacio de la Moncloa que terminará por arrastrar a todo el bloque de Gobierno.
Advertencia y hoja de ruta
La advertencia también ha ido dirigida a las fuerzas políticas que sostienen al Ejecutivo nacional. El presidente del PP ha sido tajante al afirmar que los socios de Sánchez corren el riesgo de caer con él si continúan ligados a un Gobierno que describe como «caducado, en descomposición e insalubre». En este sentido, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad, especialmente hacia Vox, instándoles a no equivocarse de adversario y a entender que la prioridad debe ser desalojar a una administración que, según denuncia, ha degradado las instituciones y ha ignorado los problemas reales de la gente, como la dificultad para llegar a fin de mes o el acceso a la vivienda.
Para materializar este cambio de rumbo, el Partido Popular ha planteado una hoja de ruta centrada en la reparación institucional, política y moral de España. Esta propuesta se articula en cinco pilares fundamentales que buscan devolver la transparencia y la regeneración a la vida pública. El plan incluye medidas para auditar lo que Feijóo denomina el «saqueo de estos años», limpiar el sectarismo de las instituciones, devolver el dinero de las subidas de impuestos y de las presuntas tramas de corrupción a los ciudadanos, desbloquear leyes que cuentan con mayoría parlamentaria y, como paso definitivo, la convocatoria de elecciones generales para que la ciudadanía decida el futuro del país.
El líder popular ha concluido su discurso apelando a la labor de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Justicia, instituciones que, en su opinión, han realizado un balance de la situación del país mucho más preciso y crudo que el ofrecido por el Gobierno. Al recordar episodios de presunta corrupción y privilegios, ha insistido en que la centralidad política ahora solo la ocupa el Partido Popular, mientras que el PSOE ha abandonado su papel histórico para entregarse a la irrelevancia. Por todo ello, considera que el efecto dominó iniciado en Extremadura es imparable y se repetirá próximamente en Andalucía, Castilla y León y Aragón, devolviendo al país la estabilidad que reclama


