El ingeniero de caminos, canales y puertos Andrés Romera ha advertido en El Intercafé, de que los episodios extremos de lluvias registrados en los últimos tiempos no son hechos aislados, sino la consecuencia directa de un cambio climático que ya está modificando el comportamiento meteorológico en España y en el conjunto del Mediterráneo.
Romera ha señalado que, desde la dana sufrida recientemente, los expertos vienen alertando de una nueva realidad climática, marcada por una concentración muy intensa del agua en puntos concretos o por desvíos repentinos de las precipitaciones hacia determinados territorios. “Son fenómenos que pueden abarcar amplias zonas y generar situaciones de alto riesgo en muy poco tiempo”, ha explicado.
Según el ingeniero, el cambio climático ya se está manifestando de forma clara con la entrada de masas de aire frío por el estrecho de Gibraltar, que al entrar en contacto con las aguas cada vez más cálidas del Mediterráneo se retroalimentan, dando lugar a episodios de lluvias mucho más abundantes, persistentes y violentas, tanto en intensidad como en duración.
Ante este escenario, Romera ha insistido en que la prevención es clave. “Prevenir es curar para que no se produzca la herida”, ha afirmado, reclamando la elaboración de mapas de inundabilidad con una proyección mínima de 500 años, que permitan identificar de forma rigurosa las zonas de riesgo, evitar nuevas construcciones en áreas inundables y planificar obras preventivas que se extiendan por todo el territorio susceptible de entrar en alerta.
Finalmente, ha subrayado que España, como país miembro de la Unión Europea y una de las principales economías del mundo, debe asumir cuanto antes esta nueva realidad climática y actuar en consecuencia. En este sentido, ha defendido la necesidad de acometer de manera urgente actuaciones en cauces fluviales y barrancos, adaptando las infraestructuras hidráulicas a un contexto climático que ya no responde a los patrones del pasado.
