El presidente de Partenalia, Bartolomé Nofuentes, ha reclamado una mayor implicación de las administraciones europeas, estatales y autonómicas para hacer frente a las emergencias derivadas de los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes e intensos. Nofuentes ha defendido la necesidad de contar con una estrategia global que permita actuar con rapidez y eficacia ante situaciones como temporales, inundaciones o incendios forestales.
“Existe una línea europea destinada a atender cualquier emergencia que sufran los países miembros, que ya se utiliza ante temporales o incendios forestales, pero es necesario que este tipo de consignaciones económicas existan también en los gobiernos propios de cada país”, ha señalado. En su opinión, disponer de fondos específicos a nivel nacional permitiría una respuesta más ágil y adaptada a la realidad de cada territorio.
El presidente de Partenalia ha subrayado la importancia de definir con claridad los criterios de acceso a estos recursos. “Se deben establecer muy bien los requisitos para poder acceder a esos fondos, dejar abiertas las líneas para aportar las cantidades necesarias según la realidad de cada emergencia y que los países tengan claro cómo pueden hacer uso de ellos”, ha explicado.
Nofuentes ha insistido en que la respuesta no puede ser parcial ni puntual, sino que debe basarse en una planificación conjunta. “Necesitamos una estrategia global que entienda la nueva realidad de las infraestructuras hidráulicas y en la que estén implicadas todas las administraciones correspondientes, porque las actuaciones deben ser integrales”, ha afirmado.
En este contexto, ha advertido de que los episodios extremos ya no se limitan a los periodos tradicionalmente más lluviosos. “Estos fenómenos se están produciendo cada vez más fuera de los meses habituales, como septiembre u octubre, y además afectan a una zona mucho más amplia que el litoral valenciano, alcanzando a distintos territorios”, ha señalado.
Finalmente, Nofuentes ha puesto en valor soluciones como los parques inundables, que funcionan como balsas de laminación para reducir la fuerza del agua. “Su filosofía es retener el agua y dejarla bajar de forma progresiva, reduciendo la velocidad y la virulencia de las avenidas”, ha explicado, aunque ha advertido de que estas medidas deben ir acompañadas de infraestructuras complementarias. “Necesitamos los desvíos correspondientes para que el agua no llegue a las zonas habitadas”, ha concluido.



