Tensión política tras la investidura de Paqui Bartual como presidenta de la FVMP

En un contexto de acuerdos políticos delicados, la reciente investidura de Paqui Bartual, alcaldesa de Xirivella, como presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) ha generado una inmediata controversia. Su discurso de toma de posesión provocó la reacción de Ens Uneix y del grupo de municipalistas, quienes habían negociado con el Partido Popular (PP) para evitar que Bartual asumiera el cargo, favoreciendo en su lugar la candidatura del alcalde de Nules, David García. No obstante, tras alcanzar un acuerdo con el PP, finalmente aceptaron su nombramiento. Pese al ‘ruido’ y al desplante de la oposición, Bartual ha sido elegida presidenta, tal y como avanzamos, de la FVMP con 3.991 votos a favor, 309 abstenciones y ningún voto en contra, consolidando, al menos por el momento, su liderazgo en la federación.

El desencadenante de la polémica fue la referencia de Bartual a la moción de censura en Requena, que desplazó a la anterior presidenta de la FVMP, Rocío Cortés, apenas 72 horas después de la grave dana que afectó a la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. La alusión a este episodio, en el que los municipalistas participaron junto con el PSPV y el Partido de Requena y Aldeas (PRyA), fue calificada como desafortunada y provocó el malestar de Ens Uneix y otros representantes municipales, quienes abandonaron la sala en señal de protesta.

La elección de Bartual como presidenta responde a la estrategia del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quien impulsó su nombramiento tras la citada moción de censura. Sin embargo, este movimiento político no estuvo exento de concesiones: el acuerdo entre el PP y Ens Uneix otorgó a esta última formación un puesto en el Consejo Rector de la televisión pública valenciana, la vicepresidencia de la FVMP para David García y la coordinación general para el alcalde de Alberic, Toño Carratalá.

Las declaraciones de Bartual, calificando la moción de censura en Requena como un ejemplo de «la peor cara de la política» motivada por intereses partidistas, generaron una reacción inmediata. Alcaldes y concejales abandonaron la 17ª Asamblea General de la FVMP en señal de protesta, mientras que otros, situados fuera de la sala, intentaron interrumpir el acto con gritos pidiendo la dimisión de Mazón. Lejos de apaciguar el conflicto, el presidente de la Generalitat respaldó las palabras de Bartual, lo que incrementó el malestar entre Ens Uneix, que ha exigido explicaciones tanto a Mazón como al presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó.

Este episodio ha puesto en riesgo la estabilidad del acuerdo entre Ens Uneix y el PP, cuya colaboración en la Diputación de Valencia había fortalecido su relación política y frustrado las expectativas del PSPV de recuperar el control de la corporación provincial antes de 2027. Ahora, las tensiones derivadas de este incidente podrían comprometer la viabilidad de dicha alianza.

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